Comentarios

1. joseluis
   2006-04-26 13:35

   Bueeeeeno. Yendo al fondo de ese bello artículo, no muy centrado en si los funcionarios son o debieran ser inamovibles o no. Y sin valorar si se exageran las virtudes del funcionariado vitalicio, caso las haya, o al contrario. La cosa es más sencilla, me parece : ¿tenemos los pagadores, esto es, los ciudadanos, alguna ventaja con el hecho de ser inamovibles los funcionarios? Pues no veo yo.

   Que son unos privilegiados, contrato vitalicio, ingresos seguros, holgadas jornadas, prontas jubilaciones. El resto de argumentos y dichos de Martín Seco es literatura. Más claro lo voy a decir, los funcionarios suelen ir a París. Los demás, mileuristas o vasallos de las ETT, las víctimas de deslocalizaciones o los usufructuarios de contratos temporales, los prejubilados o los subempleados, no pueden permitirse el pasearse por las orillas del Sena, en los cálidos brazos de su amor, bajo los árboles, calor de primavera, la mirada fija en sus ojos amados, qué bonito.

2. Beowulf
   2006-04-26 19:26

   ¿Podemos imaginar lo que ocurriría si los procesos de selección en las empresas se realizaran por el sistema de oposiciones para que los elegidos tuvieran un estatuto similar al de los funcionarios?. Obviamente es imposible pensar en eso, es necesario que unos pocos queden al abrigo de la globalización para que el resto siga enfrentándose al entorno cada vez más competitivo. El modelo podría funcionar así si no fuera porque la voracidad de la hacienda recaudadora se va haciendo cada vez asfixiante, así que empresas se deslocalizan por falta de competitividad y los jovenes que acceden al mercado de trabajo acaban en eterna precariedad; por eso protestaban en Paris, porque alguien les estaba robando las oportunidades, otra cosa es que los funcionarios, feudo de la izquierda troskista en Francia, se apunten a todas para montar huelgas.

   Por supuesto contra el liberalismo económico, pero no a costa de regresar al modelo desarrollista franquista o al de la RDA de los años 70. Las oposiciones “democráticas” del franquismo estaban muy bien cuando medio país vivía en el campo sin cualificación laboral y emigraba a las ciudades como fuerza bruta para las cadenas de producción, las mujeres eran mayoritariamente amas de casa que solo accedian ocasionalmente a algun trabajillo y sacarse un título universitario era de privilegiados que daba opción a oposiciones a funcionario con ratios de plazas de 1 por cada 2 o 3 presentados. Era una forma de acceso limpia, sí, pero para unos pocos privilegiados, sobre una base muy truncada, por tanto no era democrática. Ahora la base es practicamente completa pero sobre concursos-oposiciones generalmente preparados ad-hoc, osea que tampoco es democrática pero por otras razones.

   Así que a estas alturas las administraciones territoriales ya son feudos de votos del partido gobernante, lo de las cuotas a ERC es solo un ejemplo. Lo de descentralizar está muy bien, pero para acercar al ciudadano y eliminar funcionarios, no para crear feudos de castas agradecidas.