Enrique Bustamante se da un paseo por el museo y nos cuenta su experiencia en La lentitud de la droga. Imágenes y videohistorias: “De la cuarta planta bajo a la primera. Sin lugar a dudas, la propuesta de Harun Farocki resulta menos divertida que la de Paik, pero la atracción de las imágenes parte del mismo órgano magnético. [...] Las estrategias de control social y su reproducción y conversión en imágenes es el tronco del que parten las reflexiones de Harun Farocki. Al comienzo de la cinta, podemos observar un programa informático que controla a los usuarios de un supermercado. Las manchas de calor corresponden a los consumidores potenciales (usted, querido lector; yo mismo), que avanzan o retroceden invariablemente entre las numerosas estanterías. El trayecto señala las posibilidades estadísticas de compra y gasto, lo que permite a los especialistas del capital abordar las estrategias del engaño. De ahí, de ese elemento del control cotidiano, pasa Farocki a un programa que controla, por medios similares, a los presos de la cárcel de Corcoran, en California. Y a pantallas de control que vigilan a los presos (gladiadores en combates teledirigidos) en sus peleas en el patio de la cárcel, en sus encuentros amorosos del bis a bis penitenciario, en sus pasos inseguros hacia una muerte segura.”