Libro de notas

Recomendaciones LdN

Vuelo de larga distancia

No sólo están todas las molestias en los aeropuertos (como aparece un par de notas más abajo), con el equipaje, y un montón de pequeñas prohibiciones que los norteamericanos van inventando y nosotros (siempre hemos sido una sociedad gregaria) vamos copiando. También están las crecientes dificultades físicas—y hasta morales—para viajar en avión: poco espacio, te tratan como a ganado, personal de abordo impaciente y por lo tanto insolvente, y mil cosas más que han empeorado. Eduardo Jordá: “Quien haya viajado en vuelos de larga distancia hace unos veinte años recordará que las azafatas tenían aún la asombrosa costumbre de sonreír. Y no sólo eso, sino que servían vino en las comidas y daban croissants en los desayunos. Y los asientos, en aquella lejana era geológica, permitían que un ser humano dotado de movilidad pudiera desentumecer un brazo dormido sin tener que someter a abusos deshonestos a su vecino. Y aún había más maravillas: el café no sabía a trapos hervidos en un hospital de leprosos y la ternera no había pertenecido a la momia sagrada de un yogui hindú. También quedaban asientos libres, con lo cual no era difícil ocupar una hilera de asientos contiguos y ponerse a dormir a pierna suelta. Ahora todo eso se ha terminado.” Vuelo de larga distancia.

Roger Colom | 12/11/2005 | Artículos | Crítica social

Librería LdN


LdN en Twiter

Publicidad

Publicidad

Libro de Notas no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Desarrollado con TextPattern | Suscripción XML: RSS - Atom | ISSN: 1699-8766
Diseño: Óscar Villán || Programación: Juanjo Navarro
Otros proyectos de LdN: Pequeño LdN || Artes poéticas || Retórica || Librería
Aviso legal