Sergio Ramírez: “Los ingresos globales de las productoras de cine de Hollywood fueron el año pasado de 84 billones de dólares, la venta de videodiscos y videos incluido. Cualquiera dirá que una tajada de 3 billones de merma por la competencia ilegal no es asunto para quitarles el sueño. Pero es una suma que tiende a crecer cada vez más. Como en toda industria de gran tamaño, son miles los que se benefician de ella, y la lluvia salpica también a los vendedores callejeros que en los países pobres ofrecen las películas y los discos compactos de música en canastas, como si fueran frutas o cigarrillos, y por ese camino van también los libros, cuando son de éxito. Vivir para contarla, de García Márquez, estaba en manos de esos vendedores callejeros antes de que se abrieran las librerías de Bogotá el día del lanzamiento. Los derechos de autor y las leyes que los protegen no cuentan, por supuesto.”
Entre el pirata Morgan y Robin Hood.