El nuevo sistema de etiquetaje de mercancías y quizá también personas no tardará mucho en implantarse. Y claro, empiezan las dudas sobre la eficacia de los sistemas y organizaciones de protección de datos. Bueno, yo no es que dude de su eficacia, porque niego que exista tal eficacia. Per en fin, supongo que es como lo de las células madre o la bomba atómica: si tenemos la información y la tecnología, las utilizaremos. Javier Maestre expresa también algunas de sus dudas: “Está claro que los chips cutáneos, cualquiera que sea su uso, se encuentran vinculados a una persona concreta. Sin perjuicio de la necesidad de contar con una normativa específica para estos chips personales, al menos y de momento, deberá cumplirse en relación con los mismos toda la normativa relativa a la protección de datos de carácter personal; y estamos convencidos de que la Agencia de Protección de Datos actuará tan diligentemente en este terreno como lo ha venido haciendo en otros, donde las multas han sido considerables.” Un espía en el chip.