Comentarios

1. David Iwasaki
   2003-10-08 12:58 ¿Benevolencia? Bueno, quizá sea un efecto de la caridad cristiana, que nos asiste también a los ateos y nos impide criticar con demasiada dureza a un anciano al borde de la muerte… Trataré de compensarlo con un obituario que escribiré el día que se muera, cuando todo el mundo se apunte a la alabanza y sea más necesario el recuerdo de todas las barbaridades cometidas o defendidas por el Vaticano en las últimas décadas. De todas maneras, debo aclarar que muchas afirmaciones que hago se refieren a la lógica de la Iglesia y no a mis deseos. El legado de Wojtyla es un pontificado ‘tranquilo’ conservador, afinando un poco más y por eso digo que lo normal es que se vaya a elegir a un Papa continuísta. Personalmente preferiría que el nuevo pontificado abriera una etapa de reforma profunda de la Iglesia Católica, pero veo que eso es difícil. Como no creyente, separo mi opinión de la voluntad de los católicos (a los que no veo muy ‘revolucionarios’). De Wojtyla hay mucha gente con ganas de resaltar sus virtudes. Yo no las niego, pero sí destaco al final del artículo no sé si se ha entendido que este Papa ya está acabado y su ‘fantasma’ no debería imposibilitar que un Papa con otro talante le pueda dar un giro a muchas de las ‘políticas’ defendidas por el Vaticano durante esta etapa bastante conservadora que ahora se está cerrando. Saludos.
2. El Contradictor
   2003-10-08 13:47 El espectáculo que actualmente protagoniza Karol Wojtila bien podría titularse –estoy recordando aquella hermosa película de 1979 dirigida por Bertrand Tavernier y protagonizada por Romy Schneider- ‘LA MUERTE EN DIRECTO’. Los aficionados a las tesis de Guy Debord –‘LA SOCIEDAD DEL ESPECTACULO’, de las que ya comentamos algo este verano, en este mismo foro, a raíz de un artículo de un economista espectacular- alucinan como moscas en pastel de chocolate ante la cascada de evidencias que informan, educadamente, de lo posible y de lo inevitable. El Vaticano, como monopolio construido alrededor de la administración de la vida futura, ya hace tiempo que dio esos pasos adelante, hacia la modernidad, a los que se refiere David Iwasaki. Y en contacto con esa modernidad, que no es ni más ni menos que éste nuestro presente, el Vaticano abrazó, como su homólogo LA BANCA o ENTE FINANCIERO, las virtudes indiscutibles de la publicidad y la propaganda. O sea, que el próximo Papa de la Iglesia Católica será, Dios mediante, un cruce aproximado entre David Beckham y el exitoso cantante triunfador en la versión italiana de Operación Triunfo.