Libro de notas

Recomendaciones LdN

La omertá

David Rojo, de Periodista Digital, entró en la cárcel haciendo valer sus credenciales de abogado, para entrevistar al asesino del momento. Un montón de medios y sus periodistas pusieron el grito en el cielo, criticándolo de falta de ética profesional. Como si la hubiera. Si lo hago yo, soy un periodista audaz; si lo haces tú, eres un tramposo. Una de esas. David Gistau: “Y sin embargo, leí ayer una frase de Anson, sobre Rojo, que sí es una lección para comprender en qué turbio oficio andamos metidos: «Perro no come carne de perro». Es decir, que a Rojo no hay que indultarle por razones éticas, o por premiar su audacia periodística, sino porque en el oficio ha de haber complicidad, una suerte de «omertá» de la que nos beneficiaríamos todos por turnos, según quién comenta el desmán.” La omertá.
Roger Colom | 27/09/2003 | Artículos | Medios de Comunicación

Comentarios

  1. Marcos
    2003-09-27 12:43 No, Colom, no se trata de eso. Se trata, al menos para mí, de violar los derechos de una persona; de engañarle para beneficio propio aprovechándose de su situación. Las críticas que puedan hacerle los Periódicos me traen sin cuidado: hacen prácticas como esa y más oscuras diariamente. Y se trata de que Periodistadigital era un periódico joven y audaz que se dedicaba a criticar sin descanso esas mismas prácticas en los otros. Y ahora lo hacen ellos y, además, por un motivo de pobre contenido amarillista. The Sun. Saludos.
  2. Roger
    2003-09-27 14:19 Dices violar derechos Y engañar a una persona. Dos cosas muy diferentes. Si se han violado los derechos constitucionales de alguien, esa persona puede demandar a las instituciones, al medio, al periodista. Incluso algún juez podría investigar. Lo del engaño es una situación enteramente distinta. ¿A la verdad por la mentira?: los barrocos exploraron este tema con enorme perspicacia. Quizá ese debería de ser el debate público. Quizá no se puede hablar abiertamente de él porque es doloroso y peligroso caer en esa tierra movediza. Eso también lo sabían los barrocos. Calderón y Gracián, sobre todo. Que Rojo haya caído en su propia trampa, que haya pasado de acusador a acusado, me importa poco. En realidad sólo me interesa una cosa de todo este asunto: que se hable de la información: cómo se consigue, cómo se transmite, qué se dice y qué se calla. Ese es un debate ya viejo, pero que no puede cesar si aspiramos a cierta libertad de prensa, a cierta democracia. El artículo de Gistau me interesó porque entra en ese debate. Aunque con su habitual cinismo.
  3. Domenico
    2003-09-27 14:44 Si ves a mi madre no le digas que soy periodista, dile que soy pianista en una casa de mala nota :)
  4. Marcos
    2003-09-27 16:53 Roger: Totalmente de acuerdo contigo, luego discutimos cosas distintas. “A la verdad por la mentira”, pero ¿qué verdad en este caso? Eso es lo que me sorprende de todo esto: jugarse la cárcel, el prestigio… ¿para entrevistar a un asesino de adolescentes? Me temo que en esa entrevista no haya ninguna búsqueda de la verdad (que por otro lado podría ser apasionante si es apasionante la persona) sino un puro y duro “amarillismo”: voy a tener la exclusiva, voy a ser leído por toda España; y envidiado. Saludos, Marcos.
  5. Roger
    2003-09-27 17:11 Sí. La verdad en estos casos siempre acaba incompleta. Hace años, andaba yo en las hemerotecas investigando un asesinato ocurrido en Galicia en los años cuarenta. Tenía de todo: gente famosa en las artes, espionaje, políticos, la iglesia. En la época fue muy sonado. Era porque me habían propuesto el tema para escribir una obra de teatro. ¡Qué no hubiera dado yo por encontrar una entrevista con el malo! O muchos detalles que no aparecieron en prensa porque fueron silenciados o porque eran escandalosos y los directores de los periódicos prefirieron no publicarlos. No lo sé, ni lo sabremos nunca, supongo. El amarillismo de hace 60 años,hubiera proporcionado documentos valiosísimos. Y eso es porque el dolor ha pasado. Puede que no pase para las víctimas y sus cercanos. Y eso hay que respetarlo, tener mucho tacto. Pero nunca sabemos si el futuro va a necesitar que se sepa, si no la verdad, sí algo más de lo que para nosotros es el presente. A mí, todo en la naturaleza humana me parece digno de conocimiento. No veo que se gane nada con la ocultación.
  6. ergaster
    2003-09-27 20:37 Estoy contigo, Roger, en cuanto a que todo en la naturaleza humana es digno de conocimiento, pero, con todos mis respetos por la profesión y a la vista de cómo está el patio… ¿crees realmente que un ‘amarillista’ se enfrenta a la intimidad de alguien con la asepsia y objetividad de un forense?, ¿la intervención de Rojo no ha creado, por sí misma, una verdad distinta a la que ya existía?. En sociedad, el observador también forma parte de lo observado, pero, al menos, procura no remover la olla. Por otro lado, siendo como es que cualquier actividad es digna de investigación y conocimiento, ¿no existe el derecho a la intimidad?, ¿no se condicionan todas las declaraciones por la intención que se presume en el encuestador?, ¿puede este derecho ser arrebatado mediante el engaño?, ¿mediante la tecnología?, ¿cámaras policiales en los retretes?. Los periodistas del corazón ya son siempre parte de la noticia que relatan, y cuando esto pasa, si no se trata de la terrible noticia de la muerte de un corresponsal de guerra, o hay dinero o hay chapuza. O las dos.
  7. Roger
    2003-09-27 22:16 Hola ergaster A nivel cuántico el mero hecho de la observación ya cambia lo observado. ¿No será así también a nivel humano, social? El caso más claro está en la prensa del corazón, pero ¿y en la política? ¿No cambió para siempre la política a partir de aquel famoso debate entre Nixon y Kennedy en 1959, el primero en televisarse? También hace muchos años que existe un debate entre antropólogos acerca de si la presencia de un observador cambia a los observados. En cuanto a la objetividad, yo hablaría más de juego limpio, de no tergiversar las cosas a propósito, de no mentir cuando se presenta la información. Eso, en algunos medios, ya parece mucho pedir. Por otro lado, no sé si una persona que está en la cárcel tiene los mismos derechos (en plural, ya que hay muchas situaciones diferentes) a la intimidad que las personas que no lo están. No tengo la información suficiente sobre el tema. En cuestiones privadas, los tendrá, supongo. Pero si alguien está siendo acusado de un crimen, esa acusación y todo lo relacionado con ella es público, con la excepción de lo que la persona acusada hable con su abogado. Ya digo que no tengo la información para juzgar. saludos
  8. Carmen
    2003-09-28 13:27 No lo puedo evitar, a mí esta actuación me recuerda a la que día sí y día también percibimos a través de los medios de comunicación y las instancias politicas: programas de cámara oculta, trampas o infiltrajes policiales para conseguir confesiones, supuestos informes secretos que luego resultan ser falsos y que son utilizados para declarar una guerra, por poner algunos ejemplos. ¿Cuál es el escándalo entonces? o ¿es que esta será finalmente la gota que rebose el vaso? Si es así, bienvenida sea. Ergaster, dices que “En sociedad, el observador también forma parte de lo observado, pero, al menos, procura no remover la olla” y es en éste último matiz en el que no puedo estar de acuerdo, ya que es la interpretación de la observación lo que cambia lo observado; vamos que la realidad es poliédrica y el lado o perspectiva nos lo da quien observa más que el hehco en sí. ¿Ibas por ahí Roger? Cada vez me preocupa más la capacidad que tienen los Medios de Comunicación para conseguir desviar la atención … ¿manipulación se llama? y a ello contribuyen la mayoría de periodistas que se están rasgando las vestiduras .. demasiada hipocresía! Salu2
  9. ergaster
    2003-09-28 19:45 saludos, que antes me olvidé. es así, como decís: la realidad contada es una parte de la realidad más la realidad del que la cuenta. esto en un novelista, incluso exagerando, puede ser una virtud. aunque el mercado media, y la cultura, no lo hace posible, se supone que un periodista debería trasladar su observación con la mayor neutralidad posible, con un ‘espíritu científico’, si se permite la expresión. con lo de ‘remover la olla’ me refiero a cuando el periodista crea la noticia y no solo se limita a contar lo que pasa. lo de Rojo no suena a ‘algo ocurrió, fui y lo conté’. lo que ha hecho suena a ‘yo fui, algo ocurrió y lo conté’. ¿el orden de los factores altera el producto?. los novelistas viven en los renglones de sus novelas, los periodistas en los márgenes de sus noticias, y en ambos casos nunca es del todo verdad. el debate sobre la objetividad en las ciencias más o menos sociales es muy interesante. y antiguo. creo que ninguno exigimos de la prensa una actitud tan extremadamente aséptica que la haga inoperante: hasta el lenguaje que se emplea puede ser una declaración ética, una valoración subjetiva. con mayor o menor fortuna, como público, construimos una cultura de la reinterpretación, y la información ‘ideologizada’ que nos dan es, a su vez, ideologizada por nosotros. en fin, así nos va. yo tampoco tengo claras muchas cosas. solo obtengo preguntas cuando hago preguntas. pero creo que, aunque un mal tipo esté en la cárcel, en tanto no haya una sentencia judicial que relaje su sistema de derechos ciudadanos (y solo deberían limitarse los referidos a su movilidad geográfica), se le deben mantener activos los mismos que tengo yo, y si no que le pregunten a Dolores Vázquez sobre la influencia que en su condena ha tenido la opinión publicada. igual esto no está aún regulado en los códigos de leyes pero… ¿no es bastante de por sí la incompetencia de algunos investigadores para que se le añada además los manejes de los intereses de la venta de ejemplares?. el ‘todo vale’ por el bien de la comunidad (el derecho a la inmediata información, por ejemplo) es más soviético que libertario, sobre todo para los más débiles. ya sé: es una utopía seguir creyendo en un sistema de derechos civiles individuales en este mundo tan globalizado, informado y enredado, pero… no tengo otra cosa en la que creer. aún no sé si Rojo engañó al tipo ese y no sólo a sus carceleros. sí parece que por causa de su intervención se han introducido nuevos elementos (las cartas) en el proceso, y de alguna manera esto ha hecho que el periodista salte del patio de butacas al escenario. en estas cosas no hay buenos y malos, o blancos y negros, o pasa y no pasa. creo, y no estoy convencido, que más bien hay grises y vectores, y cada cual coloca su opinión en el límite que le es tolerable. lo triste del caso es que los colegas que condenan ahora a Rojo probablemente hubieran hecho entonces lo mismo, y si tiraramos de la manta que oculta su poder, más de uno terminaría temiendo que se le cayera la pastilla del jabón al suelo de las duchas de la cárcel. un país que tiene a Pedro J. en la cumbre del periodismo, es un pais en peligro, donde ya ni asusta que el ministro de defensa sea Trillo. en fin, cosa de mantener los esfínteres relajados… cuando veo un partido de fútbol, lo único que le pido al comentarista es que me transmita más o menos claramente lo que ocurre, si es que algo ocurre. si lo veo que se baja al césped a rematar un corner porque el juego está trabado… aunque sea a favor de mi equipo, pues igual pienso que no hay juego limpio. y hay que ver lo que cuesta no seguir haciendo la ola, coñes.
  10. Roger
    2003-09-28 23:56 Dudas, ergaster, igual que yo. Cada vez más, la duda va siendo mi sistema, y aquellos que tienen las cosas MUY claras me parecen deshonestos. Pienso: o ellos se engañan o me engañan a mí. Desviar la atención, Carmen, ese es otro de los métodos de la deshonestidad. (Ah, ergaster, aquí no tenemos protocolos, si te olvidas de saludar o no quieres hacerlo, eso también está bien) Saludos
  11. Marcos
    2003-09-29 00:48 Hacia la duda, siempre. Sí. Pero para acabar, al menos por mi parte, insisto en que yo en ningún momento he avalado la avalancha que los otros Medios le lanzan a Rojo; mi única perplejidad es el hecho de que haya hecho esto para entrevistar a King, es decir, para tener una exclusiva intrascendente. Saludos.
  12. ergaster
    2003-09-29 01:21 cita incitable: la mejor manera de calcular la grandeza de un idiota es medir el subrayado de sus opiniones. la incertidumbre, más que la inteligencia, es la que depila nuestra mente de primates. en fin, ha sido un placer orear con vosotros la neurona. saludos nada protocolorios. PD coñes, con tanta cita, parezco el Reader’s Digest, qué cruz…
  13. Otis B. Driftwood
    2003-09-29 01:23 Ahí quería yo llegar, Marcos. Y aparte de eso… de acuerdo, no confiemos en los medios que le critican. Le critico yo, que no escribo en ninguno de ellos. Supongo que puedo, ¿no?

Librería LdN


LdN en Twiter

Publicidad

Publicidad

Libro de Notas no se responsabiliza de las opiniones vertidas por sus colaboradores.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Desarrollado con TextPattern | Suscripción XML: RSS - Atom | ISSN: 1699-8766
Diseño: Óscar Villán || Programación: Juanjo Navarro
Otros proyectos de LdN: Pequeño LdN || Artes poéticas || Retórica || Librería
Aviso legal