Arturo Buendia,
La clausura sigilosa de nuestra cultura: “El significado de este cambio será radical porque el derecho a que los usuarios realicen una copia privada estará en manos de las empresas culturales. Si deciden que sus discos no se copian y los protegen tecnológicamente será ilegal saltarse la protección para realizar una legítima copia privada, y esa medida contará con el respaldo del Estado, a través de la ley que prohíbe violar esas protecciones tecnológicas.
Sin embargo, el alcance de este tipo de medidas tecnológicas es mucho mayor ya que permitirá a los productores de contenidos remodelar completamente nuestra forma de acceso y uso de la cultura, como muestran los ejemplos del libro electrónico y el DVD. A partir de ahora, los productores profesionales de la cultura podrán controlar con precisión cada uso que se haga de los objetos culturales.” [Vía
Texto casi diario]