Parece complicado a tenor de los porcentajes de voto que las encuestas siguen dándole a los dos partidos mayoritarios, pero la propuesta de Carlos Sánchez Almeida es razonada, razonable e ilusionante. Y también discutible, claro: Nuevo Proceso Constituyente: reconstruir un país para reconstruir el mundo.
«¿Cómo formar tal plataforma electoral? Ante todo, con humildad: teniendo en cuenta desde el principio que no será una organización que perdure más allá de su misión histórica de regeneración democrática. Si el objetivo de la plataforma es la conquista del poder por vía electoral, ha de conseguir la confianza de aquellos ciudadanos que en el pasado votaron al PP, al PSOE o a CiU, y que ya no se sienten representados por tales partidos. Como es obvio, tal plataforma electoral no puede estar en los extremos del arco electoral, donde ya existen otros partidos, por el momento minoritarios. Para ganar las elecciones, como en ajedrez, hay que conquistar el centro del tablero.»