Muy curioso el proyecto del ilustrador Celsius Pictor de mezclar los bestiarios medievales con la imaginería férrea surgida de la Revolución Industrial. Lo explica Mar Abad: Bestiario de animales mecánicos.
«Muchos pensadores del siglo XIX, como Thoreau o William Morris, vieron en estas máquinas la exaltación de la fealdad. El enemigo más devastador de la belleza se erigía en cada fábrica y cada aparato mecánico. Entonces esos artilugios eran vistos desde una mirada hacia un futuro amenazante. Hoy, en 2013, resurgen de una mirada nostálgica hacia el pasado. Ese recorrido temporal que los ha hecho pasar de emisarios de un futuro de chimeneas y hollín a una reliquia cándida de un mundo tecnificado ha transmutado su monstruosidad en belleza.»