Muchos lo vivimos y aún nos queda mal cuerpo. Javi Martín recuerda El autogol fatal de Andrés Escobar en el Mundial de EE.UU. 1994.
«Sin Gómez en el once, intentando sobreponerse a las adversidades y las presiones externas, Colombia inició el choque dominando y buscando insistentemente la portería de Tony Meola. Pero entonces, en el minuto 35, sucedió la fatalidad: el centro de Harkes, el desesperado despeje de Escobar buscando alejar el balón y éste que se niega a obedecer y se dirige directo hacia el fondo de la portería. Un mazazo del que no consiguieron recuperarse los sudamericanos. En el segundo tiempo Stewart daba la puntilla al marcar el 2-0. El tanto de Valencia al filo de los 90 minutos ya fue estéril. Para pasar a octavos de final, Colombia necesitaba en la última jornada una remota combinación de resultados. La probabilidad dictó su ley y el sueño se esfumó.»