Aclara un poco Felix Arteaga el por qué hay que tomarse en serio a Corea del Norte, no tanto por sus amenazas como por su nuevo estatus de potencia nuclear: La crisis coreana vista desde los lados –claro y oscuro– de Corea del Norte.
«Lo novedoso del momento actual no es que Corea del Norte amenace con atacar a sus rivales militares ni en que juegue al gato y al ratón con sus interlocutores diplomáticos, lo novedoso es que ya no necesita hacerlo porque los progresos en su programa nuclear han alterado las condiciones del juego. Independientemente de las dudas que los expertos tienen sobre aspectos concretos como el alcance y precisión de sus misiles o la carga, tamaño y composición de sus cabezas nucleares, lo cierto es que Corea del Norte dispone ya de una credibilidad nuclear que no tenía años atrás, lo que retroalimenta su vocación e identidad de potencia nuclear. Con la capacidad tecnológica demostrada, el régimen coreano ya no necesita renunciar a su autonomía estratégica a cambio de concesiones económicas, energéticas o diplomáticas de las potencias vecinas.»