Antonio Muñoz Molina escribe una semblanza de los últimos días del escritor uruguayo y desata uno de los nudos centrales de su literatura: Un recuerdo de Onetti.
«En aquel anciano enfermo, anclado en su deterioro físico, había una lucidez intacta y algo que yo había encontrado siempre en su literatura: el desengaño de la vida y el amor por la vida, la propensión a una tristeza sin alivio y al mismo tiempo a una ternura pudorosa y sin límite».