No me gusta el tono que emplea —quién sabe por qué— pero me parece interesante la reflexión que hace Patricio Pron sobre La carrera literaria.
«Afirmar que en literatura es posible una “carrera” de alguna índole supone concebirla como la ejecución de un trayecto determinado previamente (algo erróneo, ya que buena parte de los escritores de relevancia tuvieron trayectorias personales y condicionadas de tal forma por sus circunstancias personales que es imposible resumirlas en una especie de recorrido a imitar, por mucho que ciertos cursos de escritura creativa y las estrategias de algunos escritores preocupados por la mercadotecnia nos lo haga pensar; hablar de la “carrera literaria” supone también concebir la literatura como una actividad que es llevada a cabo de forma progresiva y en la que cada paso nos acerca a la meta, lo que, por supuesto, es falso: no existe esa meta (o sólo existe en términos individuales), pero, aun en el caso de que existiera, estar a diez pasos de ella no significaría estar más próximos de su final que cuando todavía nos encontrábamos a treinta, puesto que la literatura no es una actividad progresiva, sino una en la que abundan los avances pero también los retrocesos y las vueltas atrás. »