Me acuerdo de Tomás Salvador, Marcos Ordóñez. [Ref.: @hijotonto]
“Tenía su despacho en la planta baja, de cara al jardín. Fumaba en pipa o pequeños puros. Tenía una gran barriga. De beber cerveza, decía.
Algunos críticos decían que escribía de una manera “ruda y desmañada”, porque no había tenido “formación académica”, como si eso importara.
Aquella tarde me regaló uno de los libros más bonitos que he leído en mi vida, que a mi hermana y a mí nos tuvo encandilados durante años.”