El gore, el nudie, A serbian film, Holocausto Caníbal… algunos de los nombres relacionados con la transgresión en el cine, un elemento que Jordi Costa analiza con detalle y perspicacia. Los alfabetos de la transgresión. Vía @JohnTones
«Gordon Lewis, el primer hombre que mostró en una pantalla, en esplendorosos colores, cómo se cortaba un brazo o se arrancaba una lengua, no pertenecía, pues, a la descendencia espiritual del Marqués de Sade o del Conde de Lautréamont –los verdaderos agentes provocadores: fundadores de nuevos caminos del conocimiento más allá de la Moral y la Razón-, sino que, probablemente, estaba más cerca de la lógica de pensamiento de los personajes que pueblan Otra Dimensión, la primera novela de Grace Morales: los padres fundadores de las primeras webs de contactos en España o los gestores del ocio que, en un momento determinado, tras las sucesivas intuiciones del Apocalipsis del 11-S y el 11-M, deciden que la última palabra en oferta nocturna de buen rollo son los clubes liberales de intercambio de parejas –otra manera de habilitar una trinchera lúbrica (la sucesión evolutiva del refugio antiatómico de los cincuenta) en medio del infierno: un espacio para no ser y ser otro(s), aunque sin poder escapar de la caspa existencial, propia y ajena-.»