Joan Josep Queralt: “Al raquítico Estado que venimos padeciendo con el desmontaje del Estado social desde hace unos tres lustros, con furor inusitado en las dos últimas legislaturas, le hemos visto casi hasta la última de sus vergüenzas con la crisis del Prestige. Pero hay una última frontera: la judicial.” Nuestra raquítica administración de justicia tampoco tiene los medios para combatir la crisis del Prestige que a ella le toca. Lo malo es que aquí no puede haber voluntarios. El gobierno sigue sin hacerse responsable. Queralt, catedrático de derecho penal, explica cómo y por dónde habrá que analizar el caso jurídicamente. La cara oculta del chapapote.