Estupendo artículo de Txema Rodríguez sobre el control y la dominación de la mujer a través del control de su aspecto en la publicidad: Cómo la fotografía ha arruinado la vida de millones de mujeres.
«¿Cómo hemos llegado a este punto grotesco?. Tal vez sea cierta (creo que lo es) la idea de John Berger respecto a la publicidad como sustituto de la democracia, la elección de lo que uno come (o viste, o conduce) ocupa el lugar de la elección política significativa. La publicidad ayuda a enmascarar todos los aspectos antidemocráticos de la sociedad. Y enmascara también lo que está ocurriendo en el resto del mundo. La misoginia, por ejemplo. Porque estamos hablando de eso, del control de las mujeres (en especial cuando se hace en nombre de su liberación) mediante el control de su aspecto. Las muñecas perfectas, inertes, higiénicas, reutilizables, fragmentadas y estúpidas que nos venden las revistas etiquetadas como productos de “glamour” no están muy lejos de las chochonas que el Fuhrer parece ser que intentó producir en Dresde para proteger a sus tropas de las enfermedades venéreas. Vivimos en la época de la vagina industrial, rodeada de una cuidada anatomía que ha de ser medida con precisión irreal ahora que ya no existe, al menos en nuestra sociedad, el himen como mecanismo de control.»