Difiero de la afirmación inicial de Antoni Gutiérrez-Rubí en #15-M: política sin partidos: no creo que los partidos hayan comprendido nada del #15m, al menos no por ahora ni en general. Por lo demás, ¿es demasiado optimista?
«a sociedad-red cambia las ecuaciones principales. La resignación ha muerto. La delegación pasiva y la sumisión inevitable han dado paso a la reacción. Ya es posible canalizar el hartazgo en indignación, y esta en rebelión. O rebeliones. Está en juego la autoritas: es decir, el poder para quien se lo merezca –y lo ejerza-, no para quien lo ostente, simplemente.
La ciudadanía no respetará a quien no respete a la democracia: sea en forma de ruedas de prensa sin preguntas, de imputados en las listas electorales, o de políticas contra la libertad en internet.»