En toda la absurda historia de la entrevista de Buenafuente a González-Sinde —absurda la petición de linchamiento de “las masas”, absurda la espantada del presentador de las redes sociales—, me ha gustado mucho la reflexión que suelta Berto Romero al respecto. Entrevistadores y entrevistados.
«Volviendo a la polémica por las descargas, recuerdo que en el mismo sentido aunque en dirección opuesta en sus argumentos, lo mismo ocurrió cuando el programa invitó a David Bravo, excelente abogado especializado en derecho de autor y gran divulgador de las opiniones de estos mismos internautas que hoy se rasgan las vestiduras. En esa ocasión, ejerciendo de sustituto de Andreu en el programa, fui yo mismo quien le entrevistó, y también él pudo decir todo cuanto quiso y como quiso, en un ambiente agradable y sosegado, como corresponde a las entrevistas en Buenafuente. En esa ocasión nadie habló del programa en las redes sociales como un elemento subversivo llamado a socavar las intenciones del Gobierno, y afortunadamente yo no fui linchado en las mismas.»