Repaso a los vaivenes políticos de los últimos años en Costa de Marfil, un oásis en África que se ha ido hundiendo poco a poco hasta las oscuras elecciones que acaban de celebrarse, con la connivencia de la comunidad internacional: La verdadera democracia es comer tres veces al día, de Ramón Lobo.
«Costa de Marfil es algo más que un nuevo caso de elecciones sucias. Era una experiencia piloto, un ejemplo destinado a ser imitado por otros países. Entre ellos, los vecinos Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry, unidos por fronteras, tribus, historia y mala suerte. Cualquier guerra en uno desestabiliza a los otros. Es un dominó.
La democracia no es una urna repleta de votos. Lo importante es que cada papeleta represente la voluntad libre de un individuo libre. La democracia es la consecuencia de un desarrollo económico, educativo y cultural; es una necesidad social. Occidente expide sus certificados de buena conducta democrática con la fotografía de la urna llena. Es lo que vende. Se contenta con poco porque el objetivo real no es construir un sistema justo donde hay guerra, hambre y analfabetismo, el objetivo es más simple: simular que hacemos algo.»