Félix Población nos habla de la historia del etíope nacionalizado español Alemanyehu Bezabeh, que acaba de ser campeón de Europa de cross y al que un golpe de suerte que no todos tienen le permitió pasar de ser un sin papeles a un atleta reconocido. Ya se sabe que el éxito tiene muchos padres. La patria del crossista Bezabeth
«Este español del que hoy se enorgullecen algunos periódicos, dejando bien clara y en primer término la nacionalidad del atleta triunfador, ha llegado a serlo gracias a la Asociación Karibu de acogida de africanos y al club deportivo Bikila, entidades solidarias que ofrecieron a Bezabeh la posibilidad de correr hacia su meta desde la oscuridad y el miedo de un inmigrante ilegal.
Cuando llegó, sin saber siquiera su edad, se le notaba en los ojos que estaba muy asustado, comentan quienes le trataron en esos años. Es muy posible que, para sacudirse ese miedo, el atleta adolescente hiciera de cada carrera un desafío vital. No es lo mismo entrenarse para lograr la victoria y echar unas sonrisas con una medalla al cuello que hacerlo para ganarse la vida y el futuro, dejando atrás para siempre un pasado de miseria.»