Una nueva ofensiva intenta que se cierren páginas webs que ofrecen enlaces a contenidos protegidos por derechos de autor y que se lucran con ello. Juan Varela argumenta que La culpa no es del P2P, y que desde el punto de vista del usuario hay varios motivos aparte de la gratuidad.

«Pero digan lo que digan los tribunales el intercambio de archivos seguirá porque el criterio P2P es una necesidad para muchos consumidores. Y no sólo por la gratuidad. Los usuarios no son capaces de pagar y consumir a la velocidad de la cantidad de productos de entretenimiento que se producen en un mercado saturado. Las descargas y el P2P son la oportunidad para disfrutar de esas obras cuando se estrenan y con facilidad de acceso. Si además son gratis, mejor. El gran fracaso de la industria del ocio y el entretenimiento es no haber emprendido antes un cambio en su negocio para hacer lo mismo que hacen esas webs ahora denunciadas, pero con contenidos originales para rentabilizarlos en un mercado enorme, pero fragmentado como nunca y dispuesto a pagar sólo por lo que de verdad interesa para disfrutar en diversas plataformas y con derecho a copia privada.»