Me ha hecho gracia esta pequeña crónica de J. J. Merelo de la jornada electoral de este domingo; le tocó suplente de presidencia y el titular no se presentó, pero él se lo tomó con bastante deportividad. La democracia para quien se la trabaja.
«Los medios… precarios. Que a estas alturas del 21 se vote en papel me parece bien, pero que haya que estar punteando a mano, escribiendo a mano los nombres de los que votan y todo eso, me parece precario, y compadezco a los que les toque en elecciones más complejas. El boli, muy bonico, y un recuerdo, pero si quieres llamar a la comisión electoral lo tienes que hacer tú con tu móvil, el funcionario que asiste cada mesa no tiene un teléfono “oficial”. El instituto en el que votábamos, una pena. Los servicios hechos un asco (para nosotros y los chavales que estudien allí), y las mesas y sillas no son demasiado diferentes de las que tuvimos en mi época. Los cartelitos anunciadores creo que son los mismos de los de “habla pueblo habla”, las cabinas una pena, los cartelitos de la mesa aparatosos y además no había para todas las mesas… y al final para llevar la documentación al juzgado (lo que tienes que hacer si eres el presi) lo tienes que hacer por tu cuenta (o esperar una hora para que te lleve la poli). Por lo menos te dejan aparcar en la puerta de los juzgados, lo que en otras circunstancias habría sido una quimera. »