Desconozco la sala Rekalde y por lo tanto no entro en el debate de lo justificado o no de las críticas a su labor en el mundo del arte, pero el texto de apoyo a la sala me parece interesante por su defensa de una cultura experimental: El arte. Una realidad plural y abierta.
«Es por tanto esa “producción” y su estructura las que corresponde evaluar: ¿necesita la sociedad estructuras de producción como la descrita o, por el contrario, la apuesta consiste en promover exclusivamente políticas de medidas para incentivar el consumo, sea cultural o no? Si adoptamos una visión sistémica de la cultura, algo que es exigible a la responsabilidad de toda política cultural en condiciones contemporáneas, no podemos pasar por alto la importancia de este tipo de producción para la salud de todo el sistema. Una política cultural que apueste por el modo de producción experimental se define por su apoyo a un sistema social en constante cambio donde la diversidad es el pilar fundamental, porque, como se sabe, el sistema vive y se regenera en la producción incesante de diferencias.»
2009-04-22 11:35
Yo, como sí conozco la sala Rekalde, te traduzco al castellano corriente y moliente lo que viene a decir el texto de apoyo: básicamente, se protesta porque se cierra el grifo de dinero público para dar rienda suelta a las insustancialidades mentales de unos cuantos iluminados duchampianos que afirman ufanamente que lo que hacen es arte porque ellos dicen que es arte. En este contexto, “experimental” se utiliza como eufemismo de “malo”.
No existe una campaña de descrédito del programa de la sala. Es que el programa de la sala se desacredita a sí mismo si uno tiene ojos en la cara y materia gris en el cerebro. Lo raro es que hayan tardado tanto en dar carpetazo a tanta gilipollez, a tanta bobería y tanto payaso engreído. Si uno quiere hacer arte experimental (malo) está en su pleno derecho, pero el resto de los ciudadanos no tenemos por qué pagárselo.
Entre las notabilísimas exposiciones que han visto la luz en la sala Rekalde, tenemos, por ejemplo, La Guía de descampados de la Ría de Bilbao, Desigualdad simétrica o Ghost Box (esta última especialmente tronchante). Yo, personalmente, jamás he salido de la sala Rekalde sin tener la sensación de haber sido timado.
2009-04-22 12:06
Pues mira, tambien conozco un poquitín el tema, y sin que sirva de precedente coincido con Albert cuando dice que: el programa de la sala se desacredita a sí mismo si uno tiene ojos en la cara y materia gris en el cerebro
Además sumaría a esto otras iniciativas, financiadas tambien por la misma institución como Bilbo Arte que, en mi opinión, a medida que pasa el tiempo cada vez se degrada más la calidad de su actividad.
Simplificando un poco, esto son los efectos “colaterales” del Guggenheim-Bilbao
2009-04-22 12:14
A título meramente informativo, dos referencias:
El declive de la sala Rekalde
Carta abierta a la diputada de Cultura de Bizkaia de Elena Vozmediano Presidenta del Instituto de Arte Contemporáneo, y el resto de la Junta Directiva