Juan Varela apunta algo que no sé si se veía venir: los nuevos modelos televisivos no tienen por el momento ningún tipo de aceptación. La televisión convencional sigue siendo una fuerza descomunal que no ha perdido ni un ápice de ímpetu. Los males de la nueva TV.
«Dicen que España no está preparada para el apagón analógico de abril de 2010: demasiados canales, poca calidad de contenidos, poca apuesta por la interactividad y dificultades para financiar tanto contenido sin TDT de pago cuando la publicidad en las teles baja más del 10% en lo que va de año, aunque eso sí, seguimos siendo uno de los países de Europa con más publicidad en la televisión.
A los espectadores tampoco parece interesarles demasiado. Sólo un 52% de los hogares reciben televisión digital a través de cualquier plataforma frente a un 86% en Gran Bretaña o un 66% en Francia. Pero además la mayoría ven los mismos programas que en la televisión convencional. Sólo el 19% ven los canales temáticos, eso sí, la mayoría son niños y jóvenes, que no encuentran en la televisión convencional los mismos contenidos. Entre ellos están además los consumidores de la televisión del futuro a través de internet y el móvil.»