Erich Follath escribe sobre la contradictoria Bombay: La paradoja de Mumbai: pobreza, comercio y estrellas de cine: “No obstante, Mumbai también se destaca por albergar las barriadas más grandes de Asia donde, según cifras oficiales, vive 60% de los habitantes de la ciudad. En 2003, había 17 baños públicos para cada millón de personas y, hasta la fecha, al menos una tercera parte de los habitantes no tiene acceso a agua potable. Pero muchas criaturas, los sapos, por ejemplo, reciben protección especial. Impulsado por la organización Belleza sin crueldad, se prohibió la exportación de patas del batracio. Las vacas son sagradas para los indios. Si una divaga por ahí, los choferes optan por desviarse. Los jains, en sus ansias por no perjudicar animales, incluidos los gusanos, usan sus manos en lugar de palas para sacar papas. Los parsis, que idolatran al profeta Zoroaster, se deshacen de los restos de los miembros de su comunidad arrojándolos en las Torres del Silencio, donde los buitres se los comen. Hay leyes que regulan el espacio para burros, búfalos y cabras en los vagones, y cualquier violación es sancionable.”