Francisco Serradilla
(notas sobre una conferencia de Richard Stallman)
¿Qué es GNU?
Para los no iniciados, GNU (que significa GNU’s Not Unix, acrónimo lúdico y recursivo, como muchos de los términos que rodean al mundo GNU) es una organización que pretende fundamentalmente la promoción del software libre, a través del uso de lo que se denomina licencia GPL (GNU Public License).
¿Y qué es el software libre?
En palabras de GNU, «cuando hablamos de software libre nos estamos refiriendo a libertad, no a gratuidad». El software libre no es, en contra de lo que mucha gente cree, software gratuito. Ni siquiera es software que pueda utilizarse de cualquier manera y para cualquier propósito, ya que un programador está obligado a cumplir ciertas condiciones si utiliza código GNU. Observe que he utilizado deliberadamente los términos “programador” y “código”, porque son la clave del asunto.
Primero, un comentario para neófitos: un programa de ordenador usualmente consiste en una “novela” escrita en lenguaje de ordenador, que se denomina código fuente. Este código fuente, al ser compilado, genera el código ejecutable, que es el que los ordenadores son capaces de ejecutar.
El común de los mortales no está para nada interesado en el código fuente, porque ni conoce ni le importa el lenguaje en el que está escrita la “novela”, y mucho menos está interesado en modificarla. De hecho, el modo de trabajo tradicional consiste en que al cliente final se le vende sólo el código ejecutable. La empresa desarrolladora del software continúa trabajando en el código fuente del programa para mejorarlo, y así va generando sucesivas versiones. El código fuente, por así decirlo, forma parte del “capital” de la empresa, y ocasionalmente se vende a otras empresas a un precio varios órdenes de magnitud mayor que el del código ejecutable.
Lo que sí obtiene el usuario de software libre es un beneficio indirecto, que es una mayor calidad en el producto final, ya que al estar el código fuente sometido a un proceso de mejora constante por diferentes programadores, normalmente alcanza unas cotas de calidad raramente obtenidas por el procedimiento tradicional de desarrollo software.
Si usted no va a modificar un programa, tanto le da que sea GPL, OpenSource o simplemente freeware (términos que explicaré más adelante). Simplemente lo que quiere es que sea gratis y, por supuesto, que funcione correctamente, que cumpla lo mejor posible su propósito.
Pero si usted es programador, más pronto o más tarde encontrará que cierta funcionalidad que desea incorporar a un programa ya ha sido programada por alguien, y que este código fuente quizá se encuentra disponible en Internet. Como repetir el trabajo parece un poco absurdo, quizá usted se encuentre tentado de tomar ese código fuente, incorporarlo al suyo propio, y ¡a correr!
El problema surge si dicho código fuente se encuentra bajo licencia GPL, ya que la licencia GPL obliga a respetar una serie de términos, que podemos resumir en:
Impacto empresarial de GPL
Un primo mío vino el otro día a contarme que en nuestro pueblo estaba muy de moda una empresa que hacía “software libre”, y que esto era fantástico porque de este modo el código fuente que desarrollaban quedaba a disposición de la empresa que pagaba por el desarrollo. Yo le pregunté, asombrado, —¿Software libre? ¿Estás seguro? ¿Saben los de la empresa contratante lo que eso significa?—. Porque una cosa es disponer del código fuente del desarrollo y otra muy diferente que ese código sea “publico” o peor todavía, “libre” y esté disponible para cualquiera, incluida la competencia de la empresa contratante.
Imaginemos que una empresa A invierte 60.000 € en contratar el desarrollo de un programa que le permite una gestión automatizada por la que ahorrará 30.000 € anuales. Es una inversión justificable. Pero, si la empresa B, que se dedica a las mismas actividades que la A, puede copiar y utilizar libremente dicho programa, se convierte en igual de competitiva que la empresa A, sin efectuar ningún gasto y sin necesidad de fomentar la innovación.
Quizá la empresa B invierta un poco para mejorar el programa, pagando a los mismos desarrolladores, obteniendo así un producto todavía más competitivo.
Peor todavía, puede que la empresa A mejore su programa con sus propios recursos, sin volver a contratar a los desarrolladores: da igual, el resultado de sus mejoras tiene necesariamente que ser distribuido bajo licencia GPL.
La pregunta es la que yo le hice a mi primo: ¿sabe la empresa A dónde se está metiendo?
Desde la informática más cerrada hasta la informática más abierta
Los que llevamos algunas décadas trabajando en informática hemos vivido una difícil evolución desde modelos muy cerrados (los viejos sistemas de IBM, NCR y otros) hasta modelos más abiertos. Pero a veces es complejo anticipar dónde acabará una decisión e incluso cómo se posicionan las diferentes empresas dentro de esa lucha despiadada por la cuenta de resultados a medio plazo.
Los modelos de informática más cerrados eran comunes en los años 70 y consistían en diseños conjuntos hardware / software, estando ambos conceptos en manos de los desarrolladores y dejaban al cliente a merced de éstos.
Parece irónico que IBM, una de las principales defensoras de los modelos más cerrados, fuera quien posibilitó la entrada, a lo largo de los años 80, en una nueva generación de máquinas en las que el hardware y el software eran desarrollados por empresas diferentes (modelo que, por ejemplo, Apple nunca abandonó). Este modelo es mucho más abierto que el anterior, aunque presenta problemas técnicos importantes: es como si un fabricante de automóviles desarrollara la carrocería y varios fabricantes fabricasen diferentes motores, todos acoplables a la misma carrocería. Esto es técnicamente más complejo que si hay un solo fabricante para todo.
El proceso de apertura en los desarrollos informáticos ha continuado durante los 90 centrándose en dos nuevas estructuras bipolares: código fuente y código ejecutable, programas gratuitos y programas de pago.
En cuanto a la gratuidad de los programas tenemos varias categorías: programas de pago, programas shareware (digamos “de pago si te gustan”) y programas freeware (gratuitos). A esto hay que añadirles una incómoda categoría de reciente aparición: los programas que incluyen spyware, adware o similares, un concepto peligrosísimo (desde mi punto de vista, un spyware no es más que un virus troyano que legalmente no puede ser desalojado por los antivirus). Supongo que el lector estará medianamente familiarizado con estas categorías, y que no tendrá muchos problemas en clasificarlas como más o menos abiertas.
En cuanto a la distribución del código fuente hay al menos tres modalidades:
(a)Bajo ciertas condiciones contractuales, el desarrollador entrega una copia del código fuente al cliente, que pueden servir a éste para auditar la corrección y la adecuación a las especificaciones del producto comprado. No obstante, el cliente NO tiene derecho a modificar ni distribuir el producto. Esto, por ejemplo, está pasando con Windows. Las administraciones que lo usan (al menos las técnicamente más informadas) están firmando acuerdos con Microsoft por los que reciben una copia del código fuente del sistema operativo.
(b)La licencia GPL, que obliga, si se modifica el código fuente (o si se integra en otra aplicación) a que el resultado sea también publicado bajo licencia GPL. Consciente de los problemas que genera la licencia GPL, GNU ha creado una versión más suave, la licencia LGPL. LGPL es “Lesser GNU Public Licence”, algo así como “licencia GPL, pero menos”. En este caso quien modifique el código original no está obligado a distribuirlo, de modo que las empresas pueden rentabilizar su inversión.
(c)El código OpenSource, que puede ser utilizado y modificado a voluntad sin que ello implique ningún compromiso por parte de quien lo modifique o integre en otra aplicación.
Gratuito y “entrega de código fuente” son dos cosas diferentes, como se esfuerzan en aclarar los de GNU, pero con la difusión del uso de Internet cualquiera puede conseguir un programa en las modalidades (b) o (c), compilarlo (si es que no lo encuentra ya compilado para la plataforma en la que quiera utilizarlo) y utilizarlo de modo gratuito.
Esto hace que el último refugio para el beneficio económico de quienes desarrollan GPL sea la consultoría, el soporte y la adaptación a necesidades concretas de los clientes, aunque con los inconvenientes anteriormente comentados.
¿Y la invención?
Decía Machado: “de cada diez cabezas / nueve embisten y una piensa”. En informática, de cada mil cabezas, novecientas noventa y nueve copian y una inventa. Pero quienes copian sólo introducen pequeñas mejoras en las ideas originales, mientras que quien inventa (y esto es lo que diferencia a la informática de las ingenierías y las aproxima al arte) abre nuevos mundos de posibilidades. Cuando Berners-Lee construyo en 1990 el programa WordWideWeb estaba abriendo la puerta a un universo nuevo, quizá anticipado en 1945 por Vanevar Bush. Luego vino Mosaic, NetScape, Internet Explorer, Opera, Mozilla y tantos otros, que no fueron más que copias mejoradas de la idea original.
Tengo dudas —y que me perdonen los GNU/linuxeros— de que el proceso GPL fomente la invención: UNIX existe desde los 70 aunque haya sido perfectamente copiado y mejorado por GNU; las ideas de los interfaces gráficos no son de GNU, ni de Windows; ni siquiera, como muchos creen, de Apple. Los interfaces gráficos se crearon en 1973 en los laboratorios Xerox PARC. La tecnología Web se creo en el CERN, y se hizo gratuita. En un sistema social que no protege las ideas, tengo mis dudas de que la invención sea rentable para alguien.
¿Por qué no ir más allá? ¿Qué pasa con otros objetos sometidos a la propiedad intelectual?
Stallman se para en seco cuando se habla de música o literatura. Admite que la cultura debería ser libremente distribuible sin pagar royalties (¡qué opinará la SGAE sobre esto!). Pero no se atreve a admitir que una novela o un tema musical pueda ser modificado y vuelto a distribuir. La idea, no obstante, es fascinante. Esto existe desde siempre en la música popular, hasta que las discográficas la han mercantilizado. Y al menos creo que tiene sentido en otro dominio de aplicación: las traducciones de obras literarias. ¿Cuántas veces nos ha pasado que hemos detectado un error de traducción en un libro? Un libro con licencia GNU podría ser corregido por cada lector y vuelto a publicar: ¿generaría esto una nueva literatura? Existen hasta herramientas informáticas para ello, y ¡una enciclopedia construida de este modo!
Conclusión
La licencia GPL es una idea original, interesante, ¡y comunista, en el mejor sentido del término! Permite que desarrolladores idealistas (y normalmente financiados por otras actividades que dejan mucho tiempo libre, como funcionarios de los centros de cálculo de la administración o las universidades) compartan y mejoren su código fuente, al tiempo que evitan que las empresas saquen provecho de su esfuerzo implementando productos que usen fragmentos de código GPL.
Desde este punto de vista los términos de la licencia son excelentes.
Sin embargo, desde el punto de vista empresarial, hay que tener muy claro lo que se está haciendo cuando se utiliza código GPL, y si no que se lo pregunten a CISCO Systems, que ha sido objeto de fuertes presiones por parte de GNU por haber incluido código con licencia GPL en uno de sus routers.
El código bajo licencia OpenSource no está en cambio sometido a estas limitaciones. Un programador puede usarlo, modificarlo y distribuir el producto final como quiera. La contrapartida es que el autor del software original no percibiría beneficios por ello. Ni siquiera el beneficio de poder obtener el código fuente mejorado.
La licencia GPL establece dos universos: el de lo empresarial y el de lo compartido, lo comunista, ambos divididos, como no podría ser de otro modo, por un telón de acero.
Al final de su conferencia, alguien preguntó a Stallman que cómo podía entonces ganarse la vida un programador si distribuía su código fuente de modo gratuito. La respuesta fue tajante: “dedíquese a otra cosa y programe en sus horas libres”, una opinión que curiosamente coincide con mis propias ideas sobre lo que deberían hacer los escritores de literatura para que ésta sobreviva.
Referencias
http://www.gnu.org/copyleft/lesser.html
http://www.opensource.org/docs/definition.php
http://sourceforge.net/
http://en.wikipedia.org/wiki/Main_Page
http://iblnews.com/noticias/01/98365.html
http://www.forbes.com/2003/10/14/cz_dl_1014linksys.html
http://www.ciberpunk.com/basicos/neal_stephenson.html
Existen ciertos puntos de vista que no comparto ni de lejos con el autor del artículo y paso a exponer mis razones.
Para empezar, no es cierto que la licencia GPL te obligue a publicar siempre el código fuente de los programas. Si yo descargo la última versión del kernel de GNU/Linux y lo mejoro no estoy obligado a compartir esas mejoras con la comunidad, siempre y cuando lo use de forma privada. Solamente tengo la obligación de publicar esas mejoras si empiezo a distribuir ese kernel mejorado, ya sea de forma gratuita o cobrando por ello.
Por lo tanto podemos enfocar el caso de Cisco desde otro ángulo. Si Cisco hubiera usado sus routers en sus oficinas jamás hubiera estado obligada a publicar el código fuente, ya que estaría en su derecho de usar y modificar el software a su antojo; no olvidemos que es libre. Pero la cosa cambió al poner los routers a la venta, ya que entonces es cuando la licencia GPL obliga a incluir el código fuente en el producto o a hacerlo fácilmente accesible (web por ejemplo) y sobre la misma licencia GPL.
¿Y la licencia LGPL? Según el autor la licencia LGPL no obliga a distribuir el código fuente. Pero entonces, ¿qué nos importa la licencia? Despues de todo el producto final no deja de ser software propietario.
En realidad no existe ningún programa en el mundo que se encuentre en su totalidad bajo la licencia LGPL, o al menos yo no conozco ninguno, sino que lo más normal es encontrar librerías de funciones bajo esta licencia. De esta forma las librerías libres pueden ser usadas por programas propietarios sin obligarles a que todo el conjunto del producto quede bajo los términos de la licencia, como ocurre con la GPL. Sin embargo cada vez son más las librerías que se encuentran bajo la GPL.
¿Y eso por qué? Porque del presupuesto que le damos a un proyecto de software menos del 10% se dedica al desarrollo inicial. El resto del presupuesto se gasta en corregir errores, corregir errores y corregir errores. Y si al final nos ha quedado algo de dinero, se gasta en corregir más errores.
Si una empresa realiza un proyecto de software libre solamente tiene que gastar ese 10% del presupuesto para el desarrollo inicial. Al ser libre, si el proyecto interesa (condición importante) no faltarán voluntarios que corrijan errores y mejoren el programa de una forma que jamás se conseguiría con un desarrollo cerrado. ¡Y gastando sólo el 10%! Si nuestra empresa es incapaz de sacar rentabilidad y beneficios a esa situación no es por culpa del software libre, sino que es culpa de los propios empresarios por no saber hacer su trabajo.
Entonces, ¿puedo vivir del software libre? Bueno, Stallman lo hace. Linus dejó su trabajo en Transmeta para dedicarse por completo al software libre. ¿De qué vive su familia? Icaza, Allan Cox, etc, etc. Desarrollando software libre se puede ganar mucho dinero, es un hecho. Pero claro, eso no quiere decir que conseguirlo sea fácil.
Y eso es así porque el software libre es cualquier cosa menos comunismo. En el mercado del software libre todas las empresas cuentan en principio con los mismos productos para distribuir y las novedades que hoy tiene uno mañana las tienen todos. La competencia es altísima y las empresas grandes del mercado nunca tienen asegurada su porción de mercado sino que se la tienen que ganar todos los días. Al mismo tiempo una nueva empresa siempre tendrá la oportunidad de enfrentarse a los grandes, y si es mejor, ocupará su puesto.
Señores, eso no es comunismo sino que es capitalismo en estado puro. Los seguidores de Darwin lo llamarían evolución. En el software libre sólo los mejores sobreviven.
Comentado por Javier Sancho el 3 de Febrero de 2004 a las 05:24 PMEstoy de acuerdo, en general, con Javier Sancho. Aunque no sé muy bien como definir el modelo económico en el que vivimos. Pero si sé de actitud de muchos empresarios que ven en la "reventa" de producto la solución a sus ansias de riqueza. El "compro barato vendo caro" es su único pensamiento. Para éstos invertir en desarrollar nuevos productos es algo inútil. Sin embargo la pregunta ¿puedo vivir del software libre? puede ser otra.
El software de código abierto se perfila como una herramienta poderosa para implementar soluciones en las empresas de ámbito local, con mano de obra cualificada y desarrollo de soluciones adaptadas a las necesidades "reales" del entorno.
Ofrece oportunidades a las personas con ideas que desean abrir nuevos mercados en su ámbito local. Señalas que "En el software libre sólo los mejores sobreviven" esto puede dar la impresión de que solo son cuatro privilegiados en el mundo. Añade aquellos que son capaces de usando esta herramienta pueden desarrollar negocios en su ámbito local, usando y aplicando tecnología basada en el software de código abierto.
Sin embargo soy realista, una implementación que resuelva un problema empresarial, que lo haya realizado una pequeña empresa y tenga un éxito relativo puede derivar en algo muy corriente:
Siempre hay alguien con más medios y recursos, y que a la larga terminará por engullir o arruinar a esa pequeña empresa. Éstas, si quieren mantenerse en su mercado local, tendrán que cerrar u ocultar su tecnología, sus procedimientos, etc.
Fin del código abierto en ese segmento. Pero una combinación de soluciones a medida de máquinas y software de código abierto si abre nuevas oportunidades de negocio. Otra cosa es la capacidad de las personas para acometer proyectos , ponerlos en marcha y mantenerse en el mercado.
No es fácil, y en esto, cualquier sociedad que mantenga cantidades industriales de funcionarios, empresas subvencionadas, etc. resulta algo complicado. Obviamente un modelo social que no protega a los débiles e incapacitados está muy mal visto. Comunismo, capitalismo, socialismo, etc. son sistemas que intentan maquillar esa realidad: "sólo los mejores sobreviven". Lo que nos queda por aclarar es "mejores en qué".
No son infrecuentes los casos de excelentes programadores que viven en la ruina más absoluta. Ser el mejor no basta, tambien hay que comprender como funciona el mercado y saber vender, hay está el ejemplo de Microsoft, Euskaltel o Telefónica.
Su servicio/producto no es "el mejor" pero "parece el mejor". Otras opciones que implementen software realizado usando código libre "no parecen mejores", es un problema de "comunicación". Si se es capaz de resolverlo podemos convencer a cualquiera que CocaCola es la chispa de la vida.
Resumo, no se trata "de ser los mejores" sino de "parecer los mejores".
Hay mas cosas, pero sirva esto como un mero apunte escrito al vuelo. Pienso, que todo este volcado de la licencia GNU a temas sociales y/o creativos el personal se está pasando tres pueblos. A falta de capacidad para poner en marcha un proyecto social viable, hay quienes han visto en la letra de la subsodicha licencia un ideario político ... ponerlo en marcha no resolverá los problemas de fondo.
Conozco demasiados anarquistas que tienen como lema "Socialicemos todo menos mi casa, esposa y cuenta bancaria" a los que les encanta confundir libre con gratis (en especial todo aquello que pertenece a los demás). En fin ...
Comentado por Cayetano el 3 de Febrero de 2004 a las 09:07 PMSolo comentar que Francisco se equivoca con la LGPL, está solo permite que un programa puede enlazarse con una librería LGPL y que no tenga que ese programa ser LGPL, pero si se modifica la librería esta debe seguir siendo LGPL.
Y cuando dice "OpenSource" creo que se refiere a licencias tipo BSD, OpenSource no es una licencia en concreto, OpenSource como su nombre indica es simplemente que las fuentes está abiertas, independientemente de si se puede modificar o no.
A Javier Sancho:
Dices que no es cierto que la GPL te obligue a
publicar el fuente, en el unico caso en el cual no te obliga a publicar el fuente es cuando no
distribuyes el programa (si haces eso no tiene
sentido directamente ni siquiera darle una
licencia a tu programa).
Segungo "kernel GNU/Linux" Esto es un error,
esta el kernel de Linux y el Hurd(que es de GNU),
el problema esta en que confundas el sistema
operativo completo como si fuese GNU, falso!!!
el sistema de XWindow no forma parte de GNU,
por poner un ejemplo.
Antes de seguir te recomiendo que leas
completamente la web de GNU y que después pases
por Opensource.org y empapes en opciones de
licencia.
Reiterare una y mil veces que Linux Tovards
tiene poco que ver con el software libre
y de hecho "su" kernel no es GPL.
A Pepe:
Francisco se refiere a Opensource como iniciativa
bien diferenciada que en efecto engloba multiples
licencias como la QPL (por dejar un poco en paz a la BSD que la tenemos desgastada ya), lo que me
gustaría remarcar es que esta iniciativa
es de la que debemos aprender y la dirección en la
que debemos trabajar.
Un error algunas de las personas que defendemos
iniciativas de fuente abierta cometemos a veces
es el de no querer aprender, sino defender
testarudamente nuestro "castillo de naipes".
Cuantas veces nos repite la gente de GNU
que el dinero al final de donde sale es de dar
soporte... En serio observar por un momento la
belleza de licencias como la QPL (licencia de
las librerias QT), tiene todo lo bueno del
software libre, pero guardando a la gente de
Trolltech el "trozo de pastel" que se han ganado
con el sudor de sus manos y su encefalo.
Creo que si analizamos un poco el asunto del
desarrollo realmente nacido de la investigación,
nos daremos cuenta de que el
"software propietario" tiene sentido, SOLO
EN ESTE CASO.
Resumen:
(Nivel Bajo)
Desde mi punto de vista deben mantenerse
siempre libres los formatos de almacenamiento
y comunicación, asi como los lenguajes y el propio nucleo del sistema operativo, para no cerrar
las opciones de nadie.
(Nivel Usuario)
Las aplicaciones tipo herramientas CASE, IDEs,
editores de textos... es más lógico que adopten
licencias opensource pero no libres.
(Nivel usuario Comodón)
Las herramientas super-innovadoras, basadas en
lo genial de quien las a desarrollado deben ser
propietarias y evitar caer en la regla taoísta
de "no premiar al audaz para que el torpe no sienta envidia".
La investigación tiene el sentido de ofrecer
una ventaja técnologica, si el resultado se vuelca
en un desarrollo libre, esa ventaja desaparece
y la investigación financiada con fondos privados
o incluso no financiada carece de sentido.
Bueno, ante todo me alegra que el artículo suscite comentarios, y además comentarios educados, no como los de ciertos poetas, porque almacén y sus hacedores se lo merecen. Es decir, que invito a todos los que hayan caído por aquí "despistados" o atraídos por el tema GNU a que se den una vuelta por el resto de la revista.
Dicho esto me gustaría aclarar algunas cosas, porque siempre me pasa igual, como no me suscribo a dogmas todos los dogmáticos me creen en el bando contrario a ellos...
En ningún caso estoy en contra del software libre y/o abierto (que pienso que es el verdaderamente libre) sino más bien todo lo contrario. Vaya por delante que habitualmente desarrollo sobre linux y soy de los nostálgicos que editan con el vi (el emacs siempre me pareció un poco para aficionados), estoy parcialmente en contra de los entornos gráficos (al menos como filosofía -los entornos de manipulación directa, que es su nombre técnico, están muy bien para los no técnicos, pero para un programador con experiencia son un martirio-), es decir, paso de las KDE, del gnome y hasta del mc, que tiene un tufillo escandaloso a MS-DOS y a una herramienta horrenda que se llamaba PcTools. Unix en modo consola ya tiene todo lo que un desarrollador necesita. Y punto.
Pero como formador de futuros ingenieros siempre intento transmitirles que "lo bueno" depende de las circunstancias (cosa que, como he dicho antes, siempre me genera incomprensión en los dos bandos, porque en informática siempre hay dos bandos). En un profesional los fanatismos son malos.
Y es que tan inconveniente me parece programar con herramientas de MicroSoft (cuya creciente incidencia en las empresas de desarrollo considero nefasta) como pretender que un abogado se instale un linux en su bufete.
Por otro lado, que se desarrolle entre muchos no significa que el coste del desarrollo sea menor. Si hubiera que pagar lo que ha costado linux en horas/hombre creo que saldría más rentable comprarse una Sun con Solaris.
Mr. Stallman (por cierto el autor de emacs) se gana la vida "dando conferencias sobre software libre", lo cual no es exactamente lo mismo que "con el software libre" (eso es como decir que Sánchez Dragó se gana la vida con la literatura). En la conferencia que dio en mi escuela por cierto dejó claro que no le tiene mucho aprecio a Linus Torvalds, precisamente por los motivos que señala en su comentario Victor de la Fuente.
Finalmente, lo de nuevo comunismo -que no es para mí un término peyorativo en absoluto- (aunque como ha dicho Sábato el problema de ciertas ideas es quén las defiende) es quizá un ejercicio de la imaginación, pero al menos no soy el único que lo piensa (ver http://euskalherria.indymedia.org/fr/2004/01/11897.shtml para una argumentación profunda, donde por cierto dan un elegante repaso a la SGAE). Para mi la clave es que GNU pone los bienes de producción (código fuente) en manos de la clase trabajadora (programadores) y socializa el trabajo del desarrollo software.
Pero ante todo, si uso mayoritariamente software libre es por un motivo práctico: es de mayor calidad, y por otro filosófico: no intenta establecer estándares atávicos. Pero de la apertura o cerrazón de los estándares y lenguajes de programación hablaremos otro día...
Algún otro comentario de última hora, para Pepe
(1) no he entrado en detalles sobre la licencia LGPL para no aburrir al lector no técnico, pero cualquier programador sabe que en un lenguaje moderno es muy sencillo transformar una aplicación en librería y luego hacer un programa que únicamente llame a una función de esa librería que haría todo el trabajo. ¿O no?
(2) Le recomiendo que se lea el documento de definición de la iniciativa OpenSource en http://www.opensource.org/docs/definition.php
En particular el punto 9, que dice:
9. License Must Not Restrict Other Software
The license must not place restrictions on other software that is distributed along with the licensed software. For example, the license must not insist that all other programs distributed on the same medium must be open-source software.
Rationale: Distributors of open-source software have the right to make their own choices about their own software.
Yes, the GPL is conformant with this requirement. Software linked with GPLed libraries only inherits the GPL if it forms a single work, not any software with which they are merely distributed.
Esto es libertad.
Comentado por Francisco Serradilla el 5 de Febrero de 2004 a las 10:58 AMSi Microsoft, Borland, Corel ....se dedican a vender software y otras a vender soporte técnico (como las distrubuciones Linux) , por qué éstas últimas tienen tanto interés en que todo el sftw sea "abierto" obligando a que todos cedan el código fuente???
No es buscarse competidores en un sector que ellos dominan??
Y por otro lado si pensamos un poco "mal"...no es cierto que no hay tanta diferencia entre microsoft y las empresas que se dedican a distribuir linux (por ejemplo)???
PEnsemos por un momento, todos los usurios a nivel casero tienen windows y office sin licencia(bueno, sí , notodos, sólo un 98,5%). Con quien gana Microsoft entonces??? Cn las empresas más necesitadas de que todo lo tengan bien informatizado y con asistencia técnica, las más "informatizadas" . Luego básicamente la financiación les viene casi de lo mismo ?
Mandrake gananrá muy poquito dinero con los usurios de a pie, mientras q obtendrá más beneficios de soporte a empresas "importantes", ¡¡igual que Microsoft!!
Una aporta soft gratis y la otra sftw "virtualmente" gratis.