Revista poética Almacén
Internet: los caminos del futuro

Internet: los caminos del futuro pretende ser un punto encuentro y diálogo de la comunidad de internautas desde el que poder aclarar o desentrañar el futuro de la internet: las claves, los puntos de inflexión, los caminos errados, las encrucijadasy las luces de una tecnología que está dando sus primeros pasos. Para ello entrevistaremos a expertos en esta malla maravillosa, villana e imberbe.


Entrevista a David de Ugarte
¿Quién es David de Ugarte? Es, sin duda, uno de los imprescindibles en la internet en castellano: creador de la galaxia Ciberpunk, impulsor de varios proyectos en red y, recientemente, fundador de Las Indias electrónicas, página comercial donde se publican algunos de los mejores artículos que sobre la red se escriben. Escritor compulsivo y de calidad, jamás se muerde la lengua y lucha desde sus páginas por los derechos civiles en y fuera de la red. Recién acabada esta entrevista, su iniciativa de luchar contra el proyecto de Gallardón de acabar con los cibercafés obtuvo un éxito fulminante: retirada del proyecto y aparición de la campaña en Wired. Pueden leer su biografía oficial en: Las Indias Su magnífica biografía sentimental en: Memorias de un Ciberpunk, en ciberpunk.com Y la ficticia: Leyenda Urbana

Marcos Taracido: Con nueve años programabas con una Atari, entras en la internet en el 89, cuando no era más que un sueño, y desde el 96 editas Ciberpunk, ejemplo de revista hecha en y para la red. Cuéntanos cómo ves tú la evolución de la internet desde sus inicios hasta ahora y cómo ha cambiado tu relación con ella.


David de Ugarte: Para mí la Internet ha sido desde el principio el territorio de la aventura y la libertad. Una especie de Indias electrónicas. Hay algo especialmente simbólico en el momento en que descubro que Internet existe. Tenía 19 años era 1989 y estaba en Berlín. Berlín entonces era el centro de una revolución que iba a cambiar el mundo: se derrumbaba el bloque soviético, se acababa el miedo cotidiano a la bomba, la gente tomaba las calles y los jóvenes lo vivíamos como una fiesta.

Piensa que el mundo del socialismo era un mundo centralizado, supuestamente basado en una forma de gobierno "científica", de dictadores pretendidamente benevolentes de "bata blanca". El socialismo era el mundo visto por el diseñador de un main-frame. Daba miedo y se basaba en eso: en una increible máquina de represión que eliminaba toda intimidad, toda identidad, toda independencia personal. Y ahí estábamos nosotros, jovencitos occidentales que habían pasado la pubertad con el Spectrum y en seis años habían pasado al PC. Individualistas, libertarios... acostumbrados a relacionarnos con pequeñas máquinas que eran de algún modo "nuestro poder", nuestra mascota y nuestro confidente al mismo tiempo. Nuestro mundo era internet y allí estaba. En Berlín Oeste, con los freakies del barrio alternativo... El nacimiento de un mundo y la muerte de otro. Para mi aquel día se acabó el siglo XX, el siglo de los terminales tontos.

Pero tampoco creas que Internet ha sido tierra de promisión en todos los sentidos. Hasta 1994 no conseguí hacer el primer proyecto comercial y aún me quedaba bastante hasta poder vivir exclusivamente de ello. Éramos bichos raros. Y eran tiempos hermosos. En esa época descubrí el ciberpunk, EFF, los grandes mitos de las Indias Electrónicas, creo que lo escribí en ciberpunk, para nosotros Kapor y Barlow eran los nuevos Cook, Kevin Mitnick el nuevo Drake...

Pero hay otra metáfora a la que le he estado dando bastantes vueltas éstos días. La sugería Manel Sanromà, un pionero de pro por el que siento una gran admiración y que tuve oportunidad de conocer hace poco gracias a Jordi Marín y Pedro Gómez, de Tecnocampus Mataró. Es la metáfora del Oeste. Me preguntaba cúal era la película que pondría para hacer un debate sobre Internet y lo que hemos vivido en éstos años. Y la respuesta claramente es "El hombre que mató a Liberty Valance", que por otro lado es mi película favorita de entre las de John Ford. En la Internet española se pueden poner claramente nombres a los pistoleros de la partida de Liberty Balance, nombres de políticos y nombres de grandes empresas. El papel de los pequeños agricultores, de James Stewart enseñando la Constitución americana, lo hemos jugado los ciberactivistas y los bloggers y también hay nombres: Kriptópolis y Sánchez Almeida enfrentándose a la LSSI, Jorge Otero (www.stormymondays.com) llevando la revuelta de los músicos contra la "antipiratería" promulgada por la SGAE y las discográficas...

Marcos Taracido: Fundas ciberpunk.org con el objetivo de defender los derechos civiles desde la red. Explícanos tu preocupación por este tema y cómo pretendes luchar por ello con la internet.

David de Ugarte: Estos doce últimos años han cambiado la vida cotidiana de la gente normal más que los cuarenta anteriores. Han cambiado las fronteras, la cultura, la forma de trabajar y hasta de encontrar pareja... y en el centro de todo está internet. Pero internet no es ya aquel territorio virgen, fabuloso, que conocimos un día. Los gobiernos y las corporaciones han tratado de modificar su geografía a su imagen y semejanza, hacer que lo que era un territorio cooperativo donde no se diferenciaban emisores y receptores se parezca cada vez más a una nueva televisión... y en general han fracasado. Pero no hay que menospreciar el poder y la paciencia de los enemigos de la sociedad abierta: ahí está la LSSI para recordarnos lo poco influyentes que somos frente al poder todavía y el escaso compromiso del país con las nuevas libertades.

En la España de hoy la mayoría de la gente ni sabe usar, ni tiene a su alcance, aquellas herramientas tecnológicas que les podrían ayudar a ser más libres e independientes. Independientes de la información de los oligopolios multimedia, pero también independientes económicamente e independientes de las instituciones para gobernarse y organizarse colectivamente. La internet que les venden es sólo una especie de centro comercial por catálogo donde sólo se les pide que presten información y gasten dinero.

Por eso nuestro objetivo en ciberpunk.org es doble: defender las libertades y los derechos civiles de los que estamos ya en el nuevo mundo, porque son la avanzadilla de las libertades de todos, pero también divulgar el uso "independizador" que la red puede tener para la gente.

Marcos Taracido: Como ejemplo, la campaña que acabáis de lanzar para pedir que NO se vote al PP por la iniciativa del presidente de la Comunidad de Madrid, Ruiz Gallardón, que pretende acabar con los cibercafés. Habláis de una campaña en toda regla, con presentación de candidatura, movilizaciones sociales y presencia física en las calles y no sólo virtual.

David de Ugarte: Todavía no sabemos si presentaremos una candidatura formal. No queremos que los partidos nos vean como "competencia", sino que asuman en sus programas los valores de libertad del espacio Internet. Lo que si es seguro que haremos es campaña puerta a puerta, esquina a esquina pidiendo a la gente que no vote a Gallardón si se empeña en no retirar este proyecto de ley. Un proyecto que es aún más duro que las leyes de censura y represión chinas y que ha nacido espuriamente: una boda contranatura de la presión de las redes del dinero del juego y de la incultura tecnológica y el miedo a la libertad de los políticos. Un proyecto que alejará a los jóvenes de la Internet, a los inmigrantes de sus familias y que borrará de un plumazo a un buen puñado de pequeñas empresas que a diferencia de los grandes consorcios ligados a los políticos, no ven un duro del tan cacareado Plan Info XXI.

Se ha cruzado una frontera, como ya se cruzó con la LSSICE. Y hay que responder social, pública y políticamente. Hay que dar el salto de la virtualidad a la presencia física. Sí, hay que hacer campaña, dejar de hablar y quejarnos y pasar a organizarnos, llegar a la prensa de papel, pensar que los que están fuera de la Internet pueden ser nuestros aliados para enfrentarnos a las arbitrariedades legislativas con que nos amenazan una y otra vez. La defensa de los derechos civiles en la red es algo que concierne a todos, es donde nos jugamos la democracia de mañana.

Y si quieres que volvamos a las referencias cinematográficas, aunque te parezca un tanto inocente yo diría que lo que toca ahora es "Mr Smiths Goes to Washington" de Capra. La democracia no es un Real Madrid - Barça con grandes figuras jugando y el resto en la grada aplaudiendo o quejándose. En la democracia los que no juegan en el campo están en el banquillo, y si el equipo va mal o el juego se muere, tienen la obligación de saltar al campo. La igualdad de que la democracia nos provee no es sólo de derechos, también nos da a todos por igual la responsabilidad de defenderla y mejorarla. A todos. Desde el más humilde al más ilustre.

Marcos Taracido: Creo que has tocado un punto crucial: el de la separación entre internet y el mundo físico. Hay un muro alto y grueso que separa ambos entornos y que fracasos como el de Info XXI no han ayudado precisamente a resolver. El mundo físico —y permítaseme hablar con cierta simpleza— no sólo ignora al mundo virtual, sino que lo desconoce por completo y lo afronta con escepticismo e, incluso, miedo. ¿Cómo se puede salvar esta distancia?

David de Ugarte: Aquí hay que señalar ciertas responsabilidades por nuestra parte. Me refiero a nuestra generación en el sentido más amplio. Verás, cuando el "boom" de Internet, el discurso que se lanza desde los medios y las grandes empresas muchas veces está muy cercano a la coacción: "si no entras en ésto quedarás fuera del futuro, serás un excluido incapaz de ser útil en tu trabajo". Pero nosotros, los supuestos beneficiados, la "vanguardia" de la tecnologización... callamos, porque en el fondo nos hubiera gustado que Internet hubiera servido para romper el tampón generacional, incluso para hacer funcionar ese ascensor social que tan difícil es hacer funcionar en España.

Se metió miedo a "los de fuera" y por eso el ambiente de recochineo que socialmente acompañó a la quiebra de las .com. La tecnología se había visto como un peligro por una gran masa social y los hechos parecían alejar ese peligro. La tecnofobia popular era en buena medida reactiva y se alimentaba del miedo al futuro y de la soberbia de empresas como Telefónica. Se ve muy claro por ejemplo en los problemas de instalación de antenas de telefonía móvil. No había razones para el miedo ni ningún problema de salud pública. Y nadie quería quedarse sin móviles.... pero se organizaban manifestaciones para llevar las antenas lejos, fuera de los pueblos, lo cúal era imposible. A veces te daba la impresión de estar enfrentándote al "Vivan las cadenas" y la sensación de impotencia era brutal.

Otro ejemplo fue la división entre "los de Internet" y los periodistas de toda la vida en los periódicos. ¿Cómo te crees que se sentían los redactores de Economía o de Sociedad cuando a uno que hace dos días antes era un becario, le daban un suplemento y una sección para él sólo y llegaba a portada día si, día también?. Sin tener en cuenta éste punto de vista es difícilmente comprensible la saña con que ciertos medios han tratado la crisis tecnológica después de haber encumbrado a ciertas empresas y personas.

Ahora que la voz de la tecnología no son las telefónicas ni los grandes monopolios, tenemos que hacer llegar nuestro discurso de la red y desde la red, al mundo exterior. Hablarle de oportunidades, de desafíos, de la épica de la nueva democracia en red, de las nuevas formas de vida, sin excluirles. Necesitamos su complicidad tanto como ellos la nuestra.

Es igual que con el software libre. ¿Qué queremos decirles a los usuarios de Windows, qué somos más listos? ¿Qué si les gusta más Windows es que son malísimos e insolidarios y no se enteran de nada? ¿Queremos cultivar nuestra jerga, sectarizarnos?

Yo creo que tenemos que hacer todo lo contrario, tenemos que demostrar que las alternativas abiertas funcionan, que la tecnología sirve, en la práctica, para hacer más libre y vivir mejor a gente como ellos. ¡¡Quiero tecnología con caras!! Quiero hablar de gente real a las que las máquinas sirven, no crear una secta teki.

Y hay razones para ser optimistas. Este es un discurso emergente. Hace poco los responsables del plan tecnológico de Navarra me invitaron a dar una charla junto a Luis Ángel Fernández Hermana, de www.enredando.com, y escuchándole tuve justo esa sensación de haber encontrado ese discurso que hace falta. Tecnología para las personas, con utilidades reales, para gente real. Luego en Mataró en septiembre, durante la semana Tecnocampus, vi ese discurso en acción, y te aseguro que no era algo en exclusiva de sus meritorios organizadores. Allí había gente como Ricard Bonastre, Manel Sanromà, Juan Urrutia... hablando desde los mismos supuestos, con el mismo tono... y la respuesta social era impresionante. Mataró entero se volcó durante una semana en aquello. ¿Qué quiero decir con ésto? Pues que el discurso está en el aire y lo que faltaban eran foros y sensibilidad para que emergiera, cuando el CEIN navarro o la Fundación Tecnocampus crean esos espacios las cosas empiezan a cambiar...

Marcos Taracido: La inmensa mayoría de las páginas en la internet no cumplen ningún tipo de estándar más allá del que dicta Microsoft, y en particular, ninguna de las páginas oficiales: se coarta así el acceso a esa páginas a todo aquel navegador que no sea el de Microsoft, incumpliendo así una de las razones de ser del Estado: servir al ciudadano. Tú fuiste uno de los primeros en escribir sobre la estandarización de las páginas web; te preocupas de que los sitios que gestionas sean accesibles para todo el mundo y promueves la alfabetización web como herramienta para poder acceder a un mejor uso de las libertades. ¿Qué esperanzas hay de que este tipo de movimientos produzca resultados satisfactorios?

David de Ugarte: Yo, con Sum Tsu, creo que de lo que se trata es de evitar la derrota. Si se gana la batalla de la estandarización, que es una parte de una guerra más amplia, la de una tecnología abierta a todos, será porque Microsoft y los otros aspirantes a monopolistas la pierdan... y seguramente lo hagan por soberbia. En ese sentido confío mucho en Palladium, es una barbaridad tal que no sólo dejaría los derechos civiles al arbitrio de un consorcio de multinacionales y agencias gubernamentales americanas, sino que prácticamente eliminaría el concepto de soberanía nacional tal y como hoy la entendemos.

No creo que el movimiento por una tecnología abierta, cívica, cooperativa y orientada al desarrollo colectivo e individual que hoy representamos los ciberactivistas, el W3C y sobre todo el movimiento del software libre, triunfen algún día sólo por sus buenas razones o por la promesa de futuro que representan. Triunfaremos por la soberbia de quien tenemos enfrente.

Verás, Juan Urrutia (www.urrutiaelejalde.org), uno de los primeros economistas en tomarse en serio el software libre, describe la existencia de un punto llamado de "autocriticidad". Por ejemplo, si hacemos un montón de arena parece que cuanta más echemos más aguda será la cima. Y parece una norma general, así que seguimos echando. Pero llega un punto en que el sistema colapsa. Echamos demasiada arena, y de golpe el sistema entero, que parecía soportarlo todo, cae súbitamente.

Tal vez sea sólo una metáfora, pero señala una perspectiva muy real. ¿Por cuanto tiempo y en cuanta medida la sociedad aceptará perder autonomía frente a unos pocos con tal de no asumir los costes de un cambio de mentalidad?. Creo que la estrategia de los defensores tanto de la web abierta y la estandarización como del software libre ha de ser no perder posiciones relativas sin seguir demasiado el ritmo del monopolista. Son las preguntas de los enemigos de la libertad y no tanto sus respuestas las que están equivocadas. Tenemos que estar ahí sin caer en la trampa de pretender responder a las preguntas erróneas. Tenemos que hacer bien lo nuestro y sobre todo señalar los costes del "no cambio" que a día de hoy son ya superiores a los del cambio, aunque tal vez no sean socialmente percibidos con claridad... por el momento.

Marcos Taracido: Has creado varias empresas en la internet...

David de Ugarte: ¿Sabes que la palabra "empresa" nació con el descubrimiento de América por los españoles? Viene de emprender, de emprender una aventura en el sentido que podía tener para unos marinos que hasta entonces habían caboteado, cruzar el Atlántico y hacer mapas de lo que se encontraran. Siempre se pone el acento en los conquistadores, pero antes, al mismo tiempo y después que ellos hubo muchas empresas de cartógrafos que dibujaban costas, pasos marítimos y rutas comerciales. Ese es el sentido que tiene para mi todavía. Lo que pasa es que las empresas tienen su ciclo, como el descubrimiento de un continente. A no ser que tengas una empresa de exploradores no puedes estar explorando toda la vida, hay que asentarse y colonizar :)

Eso es lo que le ha pasado a "Piensa en Red", exploró muchos campos: el software PDA, parcelas de internet, la formación de comunidades de usuarios... Hoy "Piensa en Red" ha "sentado la cabeza" y es una pequeña empresa en beneficios dedicada al hosting y la venta de nombres de dominio, a través de su marca y web www.piensasolutions.com que podríamos considerar como una floreciente colonia en las Indias Electrónicas...

...Pero que quieres que te diga, a mi me gusta sobre todo la exploración. Explorar por nosotros mismos y también explorar para otros. Este es el sentido de la Sociedad de las Indias Electrónicas (www.lasindias.com), el proyecto que acabo de lanzar y que todo parece indicar que va por muy buen camino.


Marcos Taracido: Una de las exploraciones de Piensa en Red, Piensaenpalm, estaba dedicada a dar soluciones móviles a las empresas. Parece evidente que la sociedad se adapta muy lentamente a los avances tecnológicos y que es reacia a cambios radicales.

David de Ugarte: Antes que nada quiero decir que si no triunfamos en nuestra apuesta por la movilidad, la culpa no fue del conservadurismo de la demanda sino nuestra, y sobre todo mía que era el "visionario". Creía firmemente que teníamos que diversificar nuestro negocio de hosting y dominios y apostar por la tecnología que despuntaba: las PDAs. Seguramente empezamos demasiado pronto (a principios del 2000), calculamos mal la evolución del mercado y ofrecimos siempre cosas demasiado sofisticadas. Por ejemplo, cuando empezamos a vender software sobre PDAs para enfermeras, nos encontramos con que la mayor parte de los centros ni siquiera tenían ordenadores con programas de gestión hospitalaria... ¡Y nosoros íbamos un paso más allá!. Y por supuesto, tampoco teníamos el pulmón financiero como para aguantar el tirón hasta que el parque instalado y las necesidades madurasen.

Siguiendo con la metáfora: cuando se están trazando mapas, a veces las costas no están donde esperabas, a veces están unas cuantas millas náuticas más allá y hay que regresar a puerto seguro antes de arriesgar el barco.

Lo importante es que hoy el barco ha encontrado puerto seguro. Piensa en Red tiene más de tres mil clientes y repartirá beneficios. Modestos pero beneficios. A partir de ahora no explorará más, se dedicará a centrarse en lo que ha descubierto y seguir creciendo como empresa de servicios de alojamiento. Para explorar ya está la Sociedad de las Indias Electrónicas (www.lasindias.com) que es un proyecto mucho más personal, una especie de boutique basada en el trabajo en red donde hay muchas horas de experiencia detrás de cada uno.

Marcos Taracido: Hoy por hoy la internet está casi totalmente ausente de los planes educativos y ni siquiera el recurso al ordenador es algo habitual en las escuelas.


David de Ugarte: Creo que la ausencia de cultura tecnológica es una gran debilidad para un país. Y creo que en ese sentido nuestro país es sumamente débil. Creo que lleva a tomar decisiones erroneas a todos: a las empresas, a los políticos y sobre todo a los ciudadanos. A las empresas les hace perder capacidades, a los políticos aprobar leyes que minan los valores constitucionales y a los ciudadanos a perder soberanía sobre sus propias vidas. Esto último es sinceramente lo que más me preocupa. Creo que las libertades de hoy y de mañana se juegan cada vez más en terrenos relacionados con Internet, el software y las tecnologías. Y creo que hoy hay que levantar la voz y disentir del curso que parecen seguir las cosas tanto en nuestra legislación como en el discurso político, aunque sin separar los pies de la base.

En la Sociedad de las Indias Electrónicas (www.lasindias.com) hoy mismo discutíamos nuestra "misión". El concepto de "misión" es algo que va mucho más allá de los productos que ofreces o de la calidad con que piensas ofrecerlos, La misión te da el Norte a la hora de plantearte qué cosas hacer y qué no. Es el por qué del trabajo de cada día más allá de las tareas o los proyectos. Y cuando discutíamos llegamos curiosamente a que nuestra misión giraría en torno a tres ejes:
- desarrollo de la cultura tecnológica,
- independencia de las personas, las pequeñas empresas y las comunidades para organizarse, comunicarse y prosperar
- desarrollo del sentido comunitario y cooperativo de la tecnología en general y de Internet en particular

Esos tres ejes, en realidad forman parte de un mismo universo ideológico, el de los que vemos Internet y la tecnología como un intrumento al servicio de las libertades y la independencia personal de los miembros de la comunidad en todos los campos de la vida.


Marcos Taracido: Parece que el monopolio de Microsoft es un freno a las posibilidades de internet; control de las libertades y la intimidad, limitación de las posibilidades de expansión de las aplicaciones informáticas y anulación de las iniciativas individuales o de pequeñas comunidades que trabajen en torno al desarrollo de software o al uso libre de la red.


David de Ugarte: No sólo el de Microsoft, cualquier monopolio, cualquier concentración de información con capacidad decisiva a medio plazo sobre la vida de gentes que no pueden sin embargo decidir individual ni colectivamente sobre el funcionamiento de las herramientas que utilizan día a día para gestionar sus vidas.

Y esto es algo muy importante: Microsoft es un peligro para las libertades no en función de que siga un comportamiento más o menos ético, sino porque se trata de un monopolio con un poder real sobre la vida de la gente, su educación, su acceso a la información y la riqueza y el ejercicio de sus libertades.

Y todo esto se multiplica cuando de repente encontramos a Microsoft, Intel, la industria audiovisual norteamericana y las agencias de seguridad intentando imponer una nueva tecnología que permitiría de forma automatizada, que los fabricantes supieran en tiempo real cómo usamos sus productos en cada momento... y lo que es peor, impedirnos usarlos en un modo diferente al que ellos habían pensado. En esa diferencia puede ir cualquier cosa, desde ver con Explorer una web que el consorcio considere ofensiva a copiar un CD o abrir un documento de una persona, país o institución boicoteada.

Marcos Taracido: ¿Cómo irrumpe la LSSI en este panorama? En principio no parece más que una respuesta española a la tendencia occidental a vulnerar las libertades en nombre de la seguridad, pero en este caso ya hay varios países y Medios de Comunicación europeos que se echan las manos a la cabeza.

David de Ugarte: España está convirtiéndose en la vanguardia de la destrucción de las libertades ciudadanas y la LSSICE sólo fue el primer paso.

España tiene todos los ingredientes para ocupar esa posición de honor dentro del mundo democrático: un poder económico y mediático muy concentrado y que se ha demostrado muy torpe intentado explotar las nuevas tecnologías, una clase política absolutamente analfabeta tecnológicamente, un pasado que rompió los vínculos de continuidad con las tradiciones liberales merced a una dictadura atroz en la que se educaron las generaciones que hoy nos dirigen y un escaso interés social en la gestión de los asuntos públicos conseguido con arduo esfuerzo por unos partidos e instituciones cada día más autistas.

Aquí sólo hacen lobby los poderosos, esparciendo miedo y mensajes insidiosos sin práctica oposición. Mira el canon de la SGAE o la Mesa Antipiratería. La SGAE hace publicidad en TV comparando con un traficante de drogas al chico que presta un disco a un compañero de clase o envía a su novia un mp3. Mp3 de un disco que probablemente le costó el equivalente a un día de salario en el VIPS. La mesa antipiratería criminaliza sistemáticamente en sus mensajes a los consumidores... y los grandes medios de comunicación, integrados o vinculados a la propia industria, les hacen el eco sin dar el más mínimo contrapunto. Aquí cualquier mono de la industria se permite montar un boicot a Alaska por decir las verdades del barquero que cualquier estudiante de Economía podría explicar: hay mercado negro cuando hay problemas de fijación monopolista de precios.

La unión de una excesiva concentración de poder, la pasión por prohibir heredada de la dictadura y la defensa a ultranza de un modelo de negocio que a todas luces ya no quieren los consumidores, produce monstruos. Y no es de ahora.

En este sentido he de decir, en honor a la verdad, que aunque muchos están fechando el comienzo de esta ola de miedo en el 11S, no es verdad. La misma LSSI es anterior y por otro lado Europa está yendo mucho más lejos que EEUU. Por ejemplo, ni en los peores momentos tras el 11S al gobierno norteamericano se le ocurrió obligar a los ISP eliminar las IPs de las páginas de AlQda de sus DNS, censurando así contenidos a sus propios ciudadanos. Aquí, Garzón lo ha hecho con las de Batasuna y ahora la UE parece que se encamina a hacer lo mismo con las webs alojadas fuera de las fronteras comunitarias que contengan mensajes racistas o xenófobos... Y te puedo asegurar que no tengo ninguna simpatía hacia éste tipo de contenidos, pero si hoy ante la ofensa sentimos miedo y damos a otros, jueces, burócratas, policías o líderes políticos, el poder para acallar a los que nos ofenden, ese poder nunca volverá a nuestras manos. Y ese poder es importante porque la renuncia colectiva a ejercerlo es la única garantía de que sea efectiva la libertad para pensar y ser diferentes de cada uno de nosotros. Enfrentado a ese problema Thomas Jefferson escribió una vez que "en la medida en que los abusos [de la libertad de expresión] no pueden separarse de su uso, el abuso debe ser tolerado en vez del uso destruido" y creo que sigue siendo completamente cierto.


Marcos Taracido: Neuromante, de William Gibson, describe un futuro desolador, artificial, violento, sin apenas libertades, de semihumanos no sólo física sino también intelectualmente; una sociedad en la que el mundo virtual es tan auténtico y decisivo como el real. ¿Por qué es la novela adorada por la generación Ciberpunk?

David de Ugarte: Bueno, creo que Pat Caddigan lo dijo una vez muy claramente: "la ciencia ficción nunca pretendió hablar del futuro, sino del presente".


Marcos Taracido: "En verano de 2001 estaba decidido a desahogar las frustraciones propias de mi vida laboral volviendo a la esencia. Retomando la red para subvertir. Ideando una forma de emular y adaptar a la red la más subversiva de las acciones del maestro Welles: La Guerra de los Mundos.” El resultado fue Ugarte, leyenda urbana (de lectura apasionante). ¿Cuál fue el resultado? ¿Qué conclusiones puedes sacar de la impostura orwelliana en tiempos del ciberespacio?

David de Ugarte: Verás, originalmente me proponía, siguiendo a Welles, subvertir la convención según la cual medios relatan más o menos objetivamente lo realmente ocurrido. Mostrar al mundo hasta qué punto la información no sólo es manipulable, sino que está efectivamente manipulada. Y hacerlo mediante un montón de hiperenlaces a agencias, medios, periódicos, que confrontados unos con otros demostraran mi propia inexistencia. Ahora, más de un año después se han ido muriendo la mayoría de los enlaces y la historia ha perdido mucho, pero la experiencia sigue enseñándome muchas cosas. Sobre todo, el poder seductor de la palabra y la fuerza de la verosimilitud.

Para mi era un ejercicio literario. Era verdad o mentira en el mismo sentido que una novela lo es. No se me ocurrió ni que primero iba a haber gente que me dijera "se que lo hiciste tú" como si desvelara un gran secreto, ni que mucha gente que me conocía o había conocido escribiera mails al supuesto autor de la página intentando refutar la tesis de mi inexistencia. Y ha habido de todo: desde compañeros de colegio que escribían haciendo descripciones delirantes de mi infancia, hasta gente que venía a la empresa haciéndose pasar por potenciales clientes para luego relatárselo por correo al autor de la web. Hasta un conocido periodista de El Mundo me vino a entrevistar para acabar confesando que lo que le había traído era la curiosidad tras leer la página. Hasta una exnovia escribió a mi avatar biógrafo para prometerle jugosas revelaciones sobre mi vida íntima con ella :))

Es decir, la gente hacía suyo el avatar, defendía o negaba su existencia, documentaba la historia más allá de lo que yo había hecho o la refutaba indignada. ¡¡Fue hermoso!!. Creo que de forma casual descubrimos algo importante de la forma que los tiempos piden a la novela: su virtualidad, su confusión con la existencia, su necesidad de contexto global que sólo puede tomar y crear de la red.


Marcos Taracido: Creo que tienes auténtica pasión por los avatares y las historias ficticias con apariencia real. En cierta manera es un modo de taxidermia. ¿Qué papel cumple la red en esto?

David de Ugarte: Mis avatares, desde Eugenio de Aviraneta a Jaume de Marcos, representan algo que para mi es consustancial a la libertad de la red: la posibilidad de cambiar de identidad sin dejar de ser uno mismo. Cada uno de nosotros tiene muchas identidades. La identidad es un tejido de trama fina. El mundo físico limita sin embargo la posibilidad de expresión de muchas de esas identidades: se nos reconoce en una única comunidad en la que a su vez nosotros reconocemos nuestra identidad... a costa de renunciar, en la práctica a otras. En la red podemos simultanear comunidades, llevar vidas sociales paralelas y desarrollar todas esas facetas de nosotros que no tienen cabida en un mundo socialmente más reducido como es el físico.

Marcos Taracido: Precisamente, una queja muy común es la del abuso del anonimato en internet. En ese sentido el seudónimo clásico de los articulistas se ve incrementado hasta límites inimaginables: se utiliza el anonimato, los avatares y seudónimos no sólo para emitir opiniones sino para insultar, atacar o, simplemente, desinhibirse gracias a la máscara o a la ausencia de rostro.

David de Ugarte: Vuelvo a Thomas Jefferson hay que tolerar el abuso para conservar el uso. En la red lo tenemos muy fácil, la libertad para crear nuevos espacios es infinita, y el tiempo juega en contra de los difamadores.

Además, esa libertad para crear y definir espacios nos da precisamente muchas armas. En ciberpunk.org, sólo pueden participar en los foros los socios, que son los que mediante sus cuotas mantienen la propia asociación. Los foros públicos se pueden moderar... La alternativa no es foros completamente abiertos o nada. Podemos hacer todo tipo de foros y vivir en ellos muy a gusto con debates que nos aporten o nos interesen. Y si hay otros sitios donde el tono es desagradable ¿quién nos fuerza a ir y leerlos?. Al contrario, los que los mantienen serán los que tengan que juzgar qué tono quieren dar, a sabiendas de que el insulto acabará restringiendo su público a aquellos que como decía Kevin Smith entienden Internet como un sitio hecho para facilitar la difamación anónima.


Marcos Taracido: La internet de los grandes portales ya es historia; esas páginas que sólo ofrecen foros, noticias desleídas y mensajes a móviles parecen ir decayendo, y las páginas personales sin ningún tipo de especialización se pierden entre los nuevos parámetros de los buscadores, que priman aquellas páginas con mayor prestigio entre la comunidad. Así las cosas, ¿cómo ves la internet en español? ¿hay contenidos culturales de y para la red?

David de Ugarte: Es curioso, porque los hispanoparlantes somos profúndamente literarios. Entendemos el mundo de una forma literaria y leemos más literatura que cualquier otra forma de producto cultural. Nuestros tiempos vitales, históricos, van asociados además a novelas más que a ninguna otra cosa... y sin embargo, no nos hemos reapropiado del nuevo medio con formas literarias nuevas. Pero existe la necesidad. Por eso cuando aparecen los blogs rápidamente se convierten en el centro de la red española e iberoamericana, porque es una forma de comunicación que entronca con nuestras tradiciones culturales. Pero creo que en un futuro cercano veremos cosas nuevas y hermosas. Empiezan a despuntar ya obras pensadas y desarrolladas en la web y aún no ha despegado el libro electrónico. Pero es de destacar que autores como Suso de Toro (www.susodetoro.com) tengan ya una parte de su obra que pertenece exclusivamente al nuevo territorio.

En otros aspectos de la vida cultural, la experiencia llega a ser desoladora. Me refiero sobre todo a la Filosofía, donde al margen del notable esfuerzo del grupo vinculado a don Gustavo Bueno en Asturias (www.filosofia.org, www.filosofia.as, www.nodulo.org, etc) y de algunos intentos como el de Marta García Alonso y David Teira con Anabasis Digital (www.anabasisdigital.com), no ha habido experiencias comunitarias destacables. Y no hablemos ya de la Economía, donde a día de hoy sólo encuentro una obra realmente original: los Cuadernos del Negro (www.elnegro.net)

Y creo que esto se debe sobre todo a la recalcitrante incultura tecnológica de los medios académicos. Todavía es de buen tono en los claustros decir que no sabes manejar ordenadores. Y todavía hoy, la parte más costosa de cualquier proyecto de enseñanza universitaria a distancia es formatear los horrorosos e inútiles textos en Word que te mandan los profesores... porque la generalidad de ellos no saben ni quieren saber cómo preparar materiales para los alumnos. Y no sólo me refiero al formato, sino a su misma ordenación y redacción.

Aunque si hablamos de esto tendríamos que contar verdaderos horrores. Hace un mes sin ir más lejos, tras tres meses de trabajo tuvimos que rechazar un proyecto precioso de formación de postgrado porque la institución que lo amparaba obligaba a unos formatos (Flash, asp, maquetación no estándar invisible por Netscape o cualquier navegador que no fuera Microsoft...) y sobre todo a unas formas de trabajo (sin acceso directo al servidor por los profesores o los responsables de contenidos) que hacían inviable que el proyecto fuera un éxito... Y te aseguro que lo rechazamos por pura honradez, porque podríamos haber cumplido y cobrado y quedado tan bien, pero no nos parecía de recibo cuando era el dinero del contribuyente el que a fin de cuentas pagaba.

Resumiendo, existe un verdadero choque cultural entre la cultura tecnófoba de los responsables académicos, empresariales y políticos y las necesidades de la red. Y lo peor es que esa cultura la han transmitido a su propio recambio. Este no es un choque generacional, sino cultural. Y es triste porque hace daño al país y a nuestra posición en el mundo cuando toda Iberoamérica busca poder acceder a Europa desde la red española. Y es que es de auténtica pena ver cosas como "madrimasd" o la UNED, y ver cómo se tira el dinero en cosas absurdas e inútiles que se podrían haber evitado tan sólo con poner al frente de los proyectos que pagamos todos a gente con una mínima experiencia de usuario.

Y no hablemos ya de dar ayudas, créditos blandos y subvenciones de miles de millones de pesetas a iniciativas como "veintinueve.com"... cuando al mismo tiempo se plantean leyes que equiparan los cibercafés a las máquinas tragaperras y que de aprobarse acabarían eliminando el principal acceso a la red de los jóvenes...

En España, a la clase dirigente le falta criterio y cultura tecnológica, y esto es gravísimo para el país.


Marcos Taracido: Y no se ve un futuro a corto plazo: el ámbito educativo, a priori lanzadera ineludible de cualquier avance cultural y tecnológico, ignora por completo la internet. El profesorado, en su inmensa mayoría, sólo accede a internet, en el mejor de los casos, para consultar su página ministerial. Y los planes educativos y el profesorado (muchas veces por imposición material de ausencia de ordenadores en el centro) prescinden totalmente de la red y los ordenadores, no ya como enciclopedia inigualable, sino como tecnología y herramienta cuyo uso ha de ser enseñado y promovido.

David de Ugarte: No hay un futuro a corto plazo porque la ruptura cultural se dio en la segunda mitad de los ochenta, en la generación que ahora dota de profesores a los centros de enseñanza. Mira, una de las cosas que no entienden los tecnófobos es el papel que juegan los videojuegos en la socialización de la tecnología. Hoy mismo lo hablábamos con Alex Muerza, el creador de www.divulcat.com (por cierto, una de las iniciativas más interesantes e importantes de este país para divulgar la cultura científica y tecnológica) y el otro día lo escribía Teira: aprendimos a manejar variables para mover los marcianos por la pantalla del Spectrum. Hoy, decía Teira, utiliza eso que aprendió por emulación para dar soporte online a sus alumnos en la Universidad.

Pero la generación Spectrum es una definición cultural, no de edad. Por ejemplo, estoy profundamente convencido de que en el mundillo tecnológico hay muchos más varones que mujeres precisamente porque cuando la cultura familiar española recibió el Spectrum entendió que era para los niños, como el mecano. Además, el fenómeno se reforzaba porque mientras los niños veían en el Spectrum un sustitutivo a las maquinitas, y lo pedían para reyes, quedando ya presos en el nuevo mundo, las niñas no sentían el mismo impulso. ¿Por qué? Pues porque hasta el Tetris (que vino bastante más tarde), la oferta de videojuegos no atrajo masivamente a las chicas... y entonces la era del Spectrum había llegado a su fin.

Aquellos años y aquella generación, la nuestra, vieron una gran oportunidad. El nivel tecnológico de los juegos y de los primeros ordenadores a nuestra disposición era tal que lo que un chaval podía aprender sin ser un genio le permitía emular los juegos comerciales o al menos entender la programación de los que copiaba de revistas como ZX. La audiovisualización de los juegos ha hecho que hoy sean tan difíciles de emular como una película de Spilberg con una cámara de VHS.

El tiempo perdido ha sido el lapso 1985-2000. Tras la caída de Maravall, no ha habido un sólo ministerio de educación que se preocupara de pasar de los pilotos a la extensión real y útil del uso de las tecnologías. Y sobre todo, no han entendido el papel de los videojuegos. A través de ellos aprendimos a comunicarnos con las máquinas. Emulándolos aprendimos a dominarlas. Y conectándolos los chicos aprenden hoy -o deberían aprender- lo que es una red y cómo funciona.

El número de noviembre de Wired comentaba la próxima versión on-line y mundial de los Sims y reflexionaba sobre ella. ¿Qué es sino el "metaverso" de Stephenson? Durante mucho tiempo hemos fantaseado sobre la unión de Internet y la realidad virtual y los mundos comunicativos que abriría. Nos hemos matado a trabajar representación vectorial, a seguir la evolución de los estándares, a intentar implementar y hacer aplicaciones de todo tipo... que nunca han pasado de experimentos, valiosos pero limitados. Pero sabíamos que cuajaría tarde o temprano porque detectábamos la demanda social. Pues mira de dónde ha venido... de un videojuego. Aquí tienes en su expresión más pura una de las grandes demandas de Internet: socializar de forma virtual. ¿Y quién la ha satisfecho? Sid Meier.

Mientras no nos enteremos de qué son en realidad los videojuegos, abandonando todo sensacionalismo, tendremos las manos atadas para divulgar la cultura tecnológica y preparar a las nuevas generaciones.


Marcos Taracido: Google ha cambiado los patrones de la red democratizando los parámetros de visibilidad; Linux llega para intentar abrir un hueco al software libre; muy lentamente se facilita el acceso a la red y se abaratan los precios. ¿Cuál es el futuro de la internet?


David de Ugarte: Realmente me gustaría que esas premisas fueran lo único a tener en cuenta. Por desgracia la fuerza creciente del software libre, la estandarización web y la participación de los ciudadanos es sólo un vector, una lectura cierta pero parcial de la realidad. Por desgracia cabe otra lectura, podemos decir que Google empieza a plantearse negociar con los gobiernos qué contenidos muestra, que Linux en septiembre estaba instalado en sólo un 1% de los ordenadores que hicieron consultas a Google y que Garzón nos ha demostrado cuan fácil es censurar Internet, abriendo camino a la Unión Europea, que se dispone a sacar una normativa que permite la censura de DNSs.

La lección de estos años es que la tecnología, como la historia, no conduce necesariamente a ningún lugar. No hay determinismo histórico. No hay otro horizonte que el de nuestra propia voluntad ni más recorrido que el de nuestra capacidad de resistencia. Creo que los próximos meses y años pedirán mucha voluntad y mucha capacidad de resistencia para todos los que queramos conservar ese compromiso con la libertad que hicimos cuando, hace diez años, descubrimos las nuevas Indias electrónicas.


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Comentarios

Tenemos unas elecciones en pocos meses y las generales en un par de años. Habría que interrogar a los partidos, a todos, sobre sus planes en relación con la internet, la tecnología. Pero creo que este interrogatorio debería ser bien específico, con preguntas concretas, claras. Una especie de encuesta, pero no de opción múltiple, sino que tengan que contestar por escrito.
Adjunta a esta encuesta, tendría que ir una lista de todos los sitios en donde se van a publicar las respuestas. Deberían de estar todos o casi todos los sitios preocupados por este tema.
Luego habría que permitir comentarios, como aquí, y/o establecer foros para que esas respuestas se puedan debatir abiertamente.
El voto, debe quedarle claro a los partidos, tiene que venir de las ideas que los partidos tengan y exhiban. Después con las que hayan desarrollado en el otro mundo, el real.

Comentado por Roger el 1 de Diciembre de 2002 a las 08:11 PM

·en el mundo real existe cada vez menos comunicación.
·internet como herramienta se basa en la capacidad de sus usuarios para comunicarse.
·¿es posible hacer que todo esto cambie? al fin y al cabo, ¿no es la internet comercial lo que la gente espera de internet?

Comentado por el 3 de Diciembre de 2002 a las 12:22 PM